Una cuenta pendiente de Cruz Azul en cada uno de los torneos ha sido el poco acierto a la hora de realizar fichajes. Son contados los casos de jugadores que llegaron a La Noria y rindieron a la par de la expectativa que generó su llegada. El caso de Walter Montoya es paradójico: arribó con gran cartel proveniente de España, y 11 meses después, fustigaba a los que consideró sus “dos problemas”: Pedro Caixinha y Ricardo Peláez.

"Yo tuve dos problemas en Cruz Azul: uno fue Pedro Caixinha y el otro Ricardo Peláez. La verdad es que la gente que trabaja en el club, la hinchada, el presidente y los chicos son unos fenómenos, pero ellos se portaron mal conmigo y lo que más me dolió fue que no tuvieron los huevos suficientes para hablarme a la cara", disparó el delantero en aquel entonces a Fox Sports.

Montoya llegó a Cruz Azul para el Clausura 2018 proveniente del Sevilla (España). Tras casi un año en el equipo, en donde apenas anotó un tanto en 27 encuentros, volvió a su país y se sumó a las filas de Racing de Avellaneda, equipo con que saldría campeón seis meses después.

Después de pisar suelo argentino, Montoya afirmó que se arrepentía de su paso por La Máquina, y achacaba su nula adaptación al equipo a los entonces director deportivo y director técnico, con quien dijo mantuvo una conversación en la que pidió explicaciones por no ser alineado en su posición natural.

"Lo hablé con Pedro, le dije…pero bueno, se ve que no iba la canción por ahí y bueno después uno quiere jugar. Yo llegué y ya quería jugar a toda costa. Le dije a Pedro 'si no me va a poner en mi posición, mientras que juegue poneme de arquero'", apuntó.

Al concretarse su salida de Cruz Azul, Montoya ha recuperado el nivel en el Rácing Club de Avellaneda. Con el equipo de la provincia de Buenos Aires, salió campeón de la Súper Liga en el 2019 y en la temporada actual había participado en 20 encuentros y repartido tres asistencias.