25 años de carrera, 15 de ellos defendiendo la playera de Cruz Azul. La leyenda de Óscar Pérez como jugador cementero se acrecentó cuando en 1997 consiguió quitarle la titularidad al seleccionado nacional Jorge Campos y convertirse en campeón de la que sería la última Liga MX que alcanzara la Máquina.
El Conejo es un cementero de pura cepa y, luego que consumó su retiro del futbol como jugador del Pachuca, recibió un homenaje en la cancha principal del estadio Azteca en 2019 y hoy funge como entrenador de porteros de Cruz Azul.
Sin embargo, en plática con Franco Escamilla en la Franjatón, Pérez reveló que su sueño hubiera sido volver a jugar en la Máquina un último torneo antes de retirarse. “Quizá volver a jugar conCruz Azulen un torneo oficial pero no podría reprochar nada porque me tocaron cosas extraordinarias, jugué 25 años, pude ser campeón que era mi objetivo antes de retirarme y lo logré”, aseguró.
“La verdad es que me fui tranquilo, quizá siendo muy exigente el poder volver a jugar conCruz Azul,pero estoy muy contento con todo lo que viví”, añadió el Conejo, que si bien “se retiró” en la Máquina, su último partido oficial fue con los Tuzos.
Pero si hay un lugar donde quedó con algo pendiente, ese fue la Selección de México. “Tenía algo pendiente que no pude que fueronOlimpiadas, es lo único que me faltó. La deAtlantaiba a ir y el ‘Brody’ llegó, ahi permitieron la regla de los tres mayores. FueJorgeyOswaldo(Sánchez). Fue triste porque faltaba una semana y supuestamente ya estaba que íbamos a ir Osvaldo y yo”, sentenció Pérez.