Una de las principales estrellas del Puebla de Nicolás Larcamón era Christian Tabó, quien llegó a ser considerado como una estrella de la Liga MX. Es una de las razones por las que Cruz Azul invirtió mucho dinero en su fichaje y en su contrato. Sin embargo, el delantero estuvo muy lejos de cumplir las expectativas y una de las primeras decisiones que tomó Iván Alonso fue rescindir su vínculo.
La realidad es que la carrera de Tabó fue en picada tras salir de Puebla debido a que en La Máquina, Pumas y Liverpool no tuvo continuidad. De manera sorpresiva, en febrero del 2025 firmó como agente libre con Rampla Juniors, equipo de la segunda división de Uruguay. Esta es una decisión que llamó mucho la atención porque si bien no tuvo un gran rendimiento en el último año, es un jugador con un alto caché y que podía seguir jugando en primera.
Lo que sucede es que Rampla Juniors se transformó en una Sociedad Anónima Deportiva de la mano del grupo de Foster Gillett. El empresario estadounidense fue propietario del Liverpool entre 2007 y 2010, y actualmente está invirtiendo en el futbol sudamericano. Por lo tanto, realizó una inyección económica para que el cuadro uruguayo pueda reforzarse y conseguir el ascenso a primera división. Actualmente el equipo se encuentra en zona de descenso, pero podría perder la categoría tras acumular una deuda importante.
ver también
¿Sigue o se va? Víctor Velázquez habló del futuro de Gabriel Fernández en Cruz Azul
Desde Uruguay aclaran el escándalo de Rampla Juniors y Christian Tabó
En los últimos días, Alfonso Irrazabal informó que Rampla Juniors podía descender a la tercera división del futbol uruguayo, torneo amateur, al tener deudas pendientes. La misma ascendería a los 90 mil dólares entre contratos de futbolistas y del cuerpo técnico; aunque no se trata de una deuda importante para la mayoría del mundo futbolístico, el cuadro uruguayo es bastante humilde. Lo que sucedió fue que Foster Gillett “desapareció” a la hora de saldar esta situación y salvar la categoría.
En Vamos Azul contactamos a Irrazabal para aclarar esta situación: “Para empezar a jugar, el club tuvo que hacer una erogación alrededor de 600 mil dólares para pagar diferentes deudas. Foster Gillett se hizo cargo de esto y se terminó concretando su participación en la segunda división. El tema es que con el correr de los meses, se comenzaron a acumular sueldos que no son para la categoría al no recibir el dinero correspondiente”.
¿Desciende a tercera división? El complicado presente de Christian Tabó (@tabochristian11)
“En muchos momentos no se pudo tener contacto con Gillett. Hace muy poco me enteré que tuvo un tema de salud, en donde fue sometido a una operación, y el contacto fue con algunos familiares que no estaban de acuerdo con la erogación de dinero para el futbol, y menos en Sudamérica. El punto llegó a que si no paga los 90 mil dólares el viernes, no solo no puede jugar la segunda mitad del año, sino que también pierde la categoría”, sentenció el periodista uruguayo.
Aún así, reveló que todo se resolvería en las próximas horas: “La última información es que habría existido una comunicación con el entorno de Foster Gillett y en donde se habría dicho que el club recibiría el pago de los adeudos”. Además, agregó: “En nuestro futbol, en el inicio de cada campeonato se deben pagar las deudas, en general con los jugadores. Cada seis meses se va revitalizando este tema de tener que pagar los adeudos. Si Gillet comienza a mandar el dinero como corresponde, no se va a acumular ningún tipo de deuda”.
