Cruz Azul se encuentra inmerso en una clara crisis deportiva que lo tiene en el fondo de la tabla general de posiciones. La derrota ante Querétaro en la cancha del Estadio Azteca dejó la sensación de una caida sin fin y un desconcierto generalizado. Debe ser Joaquín Moreno quien tome decisiones importantes si quiere encarrilar La Máquina.
La nueva mala actuación del equipo Cementero aumentó el enojo de la afición, que repartió sus manifestaciones para todas partes: abucheos para los jugadores, cuestionamientos para el entrenador, y más críticas para una directiva que hace rato parece estar en el ojo de la tormenta de la grada.
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En cuanto a lo meramente futbolístico, mucho se cuestionó la rigidez del estratega con el parado táctico de sus dirigidos. Esta “falta de flexibilidad” quedó fuertemente de manifiesto en la segunda etapa del partido contra los Gallos, aún cuando el marcador estaba empatado. Y hasta el propio DT pareció reconocerlo…
¿Joaquín Moreno pecó de rígido con la línea de 3?
Con el juego 1 a 1 y después de un discreto primer tiempo, comenzó a “hacer agua” el sistema de línea de 3 defensas con dos carrileros y dos contenciones. Los queretanos lograban progresar en el campo por las bandas y ganando la espalda por el centro, detrás del gran espacio que quedaba detrás de Lira y Charly. Parecía sobrar un central y que vendría un reacomodamiento que permitiera una mejor ocupación de espacios para detener la sangría e ir por la victoria.
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Recién a los 75 minutos de partido, el Inge Moreno decidió realizar cambios pero sin tocar la línea de 3, y hasta pareció quitarle más movilidad al equipo en ataque: Alexis Gutiérrez ingresó por Charly Rodríguez, y Ángel Sepúlveda lo hizo por Moisés Vieira.
La oportunidad pareció presentarse al minuto 77 cuando Carlos Salcedo presentó molestias musculares, pero el DT siguió sin romper las estructuras y apeló a un “puesto por puesto”, ingresando a Rafael Guerrero. Con la derrota consumada en 1-3 fue cuando apeló a cambiar el esquema, y colocó a Rodrigo Huescas por Willer Ditta. ¿Llegó el momento de adaptarse a los contextos?
