Desde la llegada de Martín Anselmi al banquillo de Cruz Azul, las miradas no solo están sobre la cancha en los partidos del equipo cementero, sino también en la banca. El estratega argentino ha acaparado los reflectores y cada movimiento que haga es noticia en el entorno cementero.

Es así que su reacción en una de las jugadas más esperadas de la noche no podía pasar inadvertida. Y es que, el refuerzo que tanto esperó por fin pudo saltar a la cancha y, por si fuera poco, le puso su firma al cuarto gol, con el que La Máquina selló el triunfo ante los Bravos de Juárez.

Se trata de Gabriel Fernández, quien antes ya había dado muestra de lo que sería su regreso a las canchas, luego de ocho meses de ausencia por lesión. El Toro entró a la cancha y tan solo tres minutos después, mandó a guardar la pelota para el 4-0 definitivo, en una noche de ensueño.

Afortunadamente para la afición cementera, las cámaras de TUDN alcanzaron a captar la reacción de Martín Anselmi desde la zona técina, luego de que el Toro firmara su gol. El estratega argentino se encontraba abrazado a su equipo de trabajo y no dudó en festejar la anotación.

El discreto festejo de Anselmi en el gol del Toro

Muy a su estilo, discreto, sin caer en la exageración pese a la dimensión de la situación, el estratega argentino agitó su brazo izquierdo y se dirigió hacia la banca, satisfecho de lo que acababa de ver: la coronación perfecta de un partido a la medida de la grandeza de Cruz Azul.