Cruz Azul se quedó a las puertas de la final de la Concachampions y tendrá que conformarse con el Clausura 2022. Los cementeros no pudieron abrir el cerrojo del cuadro universitario y el 0-0 fue insuficiente para remontar el 2-1 de la ida. Ahora, toca pensar en el torneo local y buscar conseguir el único título en disputa.

El Estadio Azteca vivió su mejor entrada desde la era post-pandemia. Las gradas del Coloso se vistieron de celeste por un lado, y azul y oro por el otro, sin duda una gran noticia para el futbol mexicano que vuelve a dejar sentada su presencia en la región. En este contexto, ninguno de los equipos decepcionó.

El partido estuvo lleno de emociones en donde Iván Morales tuvo la más clara en los primeros 45′ minutos pero su disparo se fue por arriba del arco defendido por Talavera. El chileno pidió su oportunidad y se le dio, pero ocasiones como estas hablan mucho más que cualquier queja que se haga al entrenador.

Ni con un hombre más

La segunda mitad mejoró con los cambios que implantó Reynoso. Morales y Baca dieron paso a Tabó y Santi, que si bien no se hicieron sentir en jugadas de peligro, ganaron en presencia en el área rival. El ‘Bebote’ fue el encargado de provocar la expulsión de Ortiz tras ser derribado cuando se iba encaminado hacia el arco. Con 20′ minutos por delante y un hombre más, se esperaba una reacción en cadena de La Máquina.

Cruz Azul no pudo romper el cero (Imago 7)

Sin embargo, tal sensación nunca llegó y Cruz Azul se vio sin ideas en los metros finales a pesar de tener un hombre de más. Los cambios no terminaron resultando y Pumas se hizo fuerte con un cerrojo alrededor del arco de Talavera. El 0-0 final fue un resultado insuficiente para que los cementeros se metieran en una nueva final. Ahora, toca reponer fuerzas -y emociones- y pensar en Chivas.