Cruz Azul es el primer equipo mexicano que ha llegado a una final de Copa Libertadores. Fue en el año 2001, ante Boca Juniors. Aún pululan en la mente los recuerdos de aquella definición en penales ante el Xeneize en una Bombonera a reventar; y a pesar de que la Copa se quedó en Sudamérica, los cementeros se hicieron notar en el sur del continente.

Antes de esa instancia final los celestes superaron varios escollos de peso: en primera ronda, Cruz Azul clasificó como primero de grupo en un cuarteto donde quedó emparejado con Sao Caetano (Brasil), Defensor Sporting (Uruguay) y Olmedo( Ecuador). Ya en octavos, el rival superado fue Cerro Porteno (Paraguay), y tras los guaraníes, llegarían el ‘trío’ de argentinos.

Los cuartos de final se definieron ante un poderoso River Plate, equipo que se vio sorprendido después de un 3-0 en Ciudad de México que los sacaba de competición. Tras dejar en el camino al ‘Millonario’, vendría la serie que hizo que todo el planeta futbol posara sus ojos en Cruz Azul: las semifinales ante Rosario Central.

Cruz Azul celebra en la final de la Libertadores (Jam Media)

A diferencia de la llave anterior, esta empezaría a disputarse en suelo local. En un Estadio Azteca ‘a casa llena’, con goles de José Cardozo y Francisco Palencia, los dirigidos por José LuisTrejo llevaban un buencolchón para el partido de vuelta, que sería recordado como uno de los más emocionantes en la historia de la competición.

Cruz Azul daba un golpe sobre la mesa

Fue un jueves 14 de junio en el Estadio Dr. Lisando de la Torre. Los rosarinos confiaban en la remontada aquella noche de primavera en ‘El Arroyito’. Con cheerleaders. pompones, fuegos artificiales, papeles en el viento, banderas; el equipo ‘Canalla’ empezaba a ganar ‘su partido’ minutos antes del inicio del encuentro.

Trejo salió con Óscar Pérez, Norberto Ángeles, Víctor Gutiérrez, Sergio Almaguer, Melvin Brown, Pinheiro, ÁngelMorales, Héctor Adomaitis, José Hernández, Pablo Galdames y Paco Palencia.

“No es tan difícil”, decían los relatores argentinos en la previa del partido sobre la chance de Rosario de dar vuelta a la eliminatoria. El ‘Patón’ Bauza, quien fuera entrenador de la Selección Argentina, dirigía en aquel entonces al equipo Canalla.

Mitad fiesta, mitad infierno

Así describieron al estadio Lisandro de la Torre aquella noche por lo que generaron los miles de fanáticos que asistieron al encuentro. Mario Sánchez fue el silbante principal de ese duelo de vuelta. A pesar de la presión de los locales, y el dominio que intentaron imponer desde el minuto 1′, fue Cruz Azul quien dio el primer ‘campanazo’. Almaguer, después de un cobro de esquina, silenciaba a El Gigante de Arroyito a los 7′ minutos.

A los 37′ de la primera parte llegaba el empate tras el cobro de un penalti. Pizzi era el ejecutor y batió de manera formidable la estirada del Conejo. A los 42′ el milagro parecía posible,Maceratesi aprovechó un descuido de la defensa cementera y ponía el 2-1 momentáneo.

La felicidad duraría solo 2′ minutos en una primera etapa de infarto. Adomaitis marcaba de un trallazo luego de un mal rebote del guardameta local y la serie se ponía 2-4 en el global. Ya en la segunda mitad, el mismo Maceratesi marcaba el tercero de Rosario a los 15′ minutos de iniciado el complemento.

Palencia, el héroe

Con el correr de los minutos la defensa de los locales cada vez tenía más grietas. La búsqueda de la eliminatoria hizo que Rosario ‘se partiera’ en dos, situación que aprovechó Cruz Azul para sentenciar la llave. A un minuto del final, y tras una gran jugada colectiva, Palencia marcaba después de un centro desde la izquierda y enmudecía a toda una ciudad.

Paco Palencia fue un jugador destacado en la Copa (Jam Media)

Las decenas de aficionados cementeros presentes en el estadio se imponían a los miles de rosarinos, que veían incrédulos la eliminación de su equipo ante un conjunto de la Concacaf. Aquel fue el último partido de Bauza como entrenador de Rosario, mientras que Cruz Azul tallaba su nombre en la historia del futbol sudamericano.