Cruz Azul le ganaba en casa a Querétaro por el autogol de Noriega, que rápidamente lo igualó y todo acabó 1-1.
$bp(“Brid_86256699”, {“id”:”6157″,”width”:”100%”,”height”:”400″,”video”:”110979″}); La Máquina ya agotó una buena parte del margen de error. Con cuatro puntos en igual cantidad de Jornadas, Cruz Azul comenzó a ceder terreno, pero aún tiene mucho camino por recorrer. Por ello se presentaba con urgencias en casa contra Querétaro, aunque en los primeros momentos no se sacaban ventajas en el juego. Apenas había remates de media y larga distancia y se iban al mediotiempo con la chapa en blanco. No obstante, en la segunda parte, por suerte, un autogol de Noriega lo abría a los 13 para que el equipo se soltara y empezara a jugar mejor, aunque el mismo jugador luego lo igualaba a los 29 sin merecerlo. Daba la sensación de que Paco Jémez demoraba demasiado las modificaciones y todo terminó con un 1-1 con un gusto demasiado amargo para la Máquina Cementera.
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