Según los reportes de ESPN, el mediocampista rechazó ir a una clínica de rehabilitación en Querétaro, así que cualquier opción de volver quedó totalmente descartada.

Según la mencionada cadena, la dirigencia se sentó a conversar con Carlos Peña tras sus continuas indisciplinas, que incluyeron comprar cervezas tras entrenamientos y con la indumentaria del club, o haber estado en estado de ebriedad, orinando en la fuente del hotel de concentración del club.

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Pese a que no continuaría en los planes deportivos del club, Cruz Azul tenía toda la intención de enviarlo a rehabilitación y desintoxicación su fuera necesario. Pero los reportes apuntan a que Peña dijo no tener problemas con la bebida.

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Así las cosas, Peña no jugará en la Máquina, tampoco lo hará en el Glasgow Rangers, así que, o le buscan un nuevo destino de ser posible, o estará sin poder jugar hasta enero. La situación para el ex seleccionado nacional parece ser muy grave.

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