El traspaso de Iván Marcone de Cruz Azul a Boca Juniors dejó dos realidades: 1. Fue la venta más cara en la historia de La Máquina, 2. La afición quedó desencantada por las malas formas del jugador.Yaunque desde los medios se intentó ‘satanizar’ al futbolista, la realidad apunta a que el volante argentino fue víctima de todo el aparato persuasivo del que dispone el campeón argentino.

Después de su llegada a La Noria, el centrocampista se adueñó del puesto y comandó los hilos de juego del equipo. Su rendimiento congratuló a todos los que avalaron su fichaje, y a pesar de la gran inversión hecha por su ficha (5 millones de dólares), los réditos en el terreno compensaban con creces el gasto realizado.

Pero a tan solo seis meses de su llegada el jugador expresó su deseo de marcharse a la capital de su país, Argentina, ante la mirada atónita de todos los que veían al futbolista como el eje de los cementeros por los próximos años.

El comienzo del fin. Todo sucedió cuando Marcone fue llamado a un módulo con la selección albiceleste. En aquellos entrenamientos los emisarios de Boca se acercaron al jugador y lo convencieron de que jugando para el club de Buenos Aires su estadía en el seleccionado sería recurrente. Impedidos de negociar y ofrecer cifras por las regulaciones FIFA, la idea del equipo porteño era ‘seducir’ a Marcone con la idea de ser el futuro volante de los bicampeones del mundo.

Encuesta ¿Quién tuvo mayor responsabilidad en la salida del jugador?

¿Quién tuvo mayor responsabilidad en la salida del jugador?

Iván Marcone
Boca Juniors

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La estrategia de los xeneize apuntaba a dos frentes: inducir al jugador a que presionara a la directiva celeste para facilitar su salida, y abaratar su precio que venía en alza tras sus buenos rendimientos con La Máquina. Al llegar a la Ciudad de México, el volante central tenía como objetivo transmitir su “nueva idea” al club y así poner rumbo a La Bombonera.

En un duelo ante Chivas, el nacido en Buenos Aires acudió a despedirse de sus compañeros y agradecer el tiempo compartido. Días después se conoció de su salida tras el pago de 8,5 millones de dólares por parte de Boca, lo que convirtió al argentino en la venta más cara en la historia de Cruz Azul.