Algo que ha caracterizado el ciclo de Iván Alonso en Cruz Azul es la importancia que le ha dado a los jóvenes de la plantilla. Mientras que ha reforzado las fuerzas básicas con jóvenes prometedores, la idea es repetir lo mismo con el primer equipo para construir un futuro en la institución. Bajo este contexto, el uruguayo se movió con rapidez para fichar a una de las promesas más interesantes de la Liga MX: Andrés Montaño.
El volante de 22 años tuvo un último torneo increíble en Mazatlán y es por eso que equipos como América y Chivas estaban interesados. Sin embargo, La Máquina fue muy inteligente y pudo cerrar lo antes posible un acuerdo con Mazatlán a cambio de 4 millones de dólares. Si bien es cierto que Montaño terminó siendo cortado de la Selección Mexicana de cara a la Copa América 2024, es un prospecto que se sigue muy de cerca para ser parte del equipo nacional.
Ante este panorama, la afición cementera se encuentra muy entusiasmada con la llegada de Montaño; sobre todo después de que el jugador elija el dorsal 10. Además, en su presentación reveló cómo es su apodo y cuál es el origen del mismo: “Me dicen Chapo. Estaba muy chaparrito y un profe me apodó de esta manera y hasta la fecha se me quedó”. Hay mucha expectativa de cómo podrá encajar en el sistema de Martín Anselmi.
Más allá de que ya sumó minutos con la playera celeste en los amistoso contra Chivas y Mineros por La Copa por la Paz, apenas tenía un par de entrenamientos en su espalda. Por lo tanto, ahora tendrá la oportunidad de tener más tiempo para adaptarse a un estilo de Anselmi que tiene un método bastante particular. Otra cosa a favor que tiene Montaño es que su dinamismo y visión de juego encaja muy bien con la búsqueda que tiene el entrenador.
Andrés Montaño reveló por quién decidió pedir el dorsal 10
Resultó muy sorprendente cuando se destapó que Montaño iba a utilizar la 10 que Moisés Vieira había dejado vacante en diciembre. No por la calidad del jugador, sino porque se trata de un joven de 22 años que tendrá una presión muy grande. Aún así, el propio futbolista confesó que lo hizo por una razón especial: “Fue un dorsal que lo pensé mucho tiempo, es una gran responsabilidad. Como todo jugador al llegar a un gran club quiero hacer las cosas muy bien; sé que es una responsabilidad muy grande el llevar la 10 en una institución así”.
“El Chaco Giménez fue mi auxiliar en Mazatlán y fue una de las personas que influyó para agarrar el número. De hecho, entre broma y broma le pedí la bendición de llegar al club y de tener la 10. Pues nada, vengo contento y agradecido también de que la directiva me haya apoyado”, sentenció el flamante refuerzo de La Máquina.