Hace varios meses que en Cruz Azul sabían que Uriel Antuna quería salir de la institución en búsqueda de una nueva oportunidad en el futbol europeo. El conjunto cementero hasta presentó facilidades cuando llegó una oferta del AEK Atenas. Sin embargo, ante la poca predisposición del club griego a la hora de negociar, la operación se terminó cayendo; cuestión que molestó al futbolista.

La realidad es que el Brujo creía que su ciclo en La Máquina estaba cumplido y es por eso que decidió fichar por Tigres. Si bien la venta fue espectacular porque se ingresó un dinero importante, la transferencia fue muy criticada por los aficionados. Además de perder a una pieza clave para Martín Anselmi, también se potenció a un rival de la Liga MX.

Lo concreto es que Antuna no quería continuar en La Noria y es por eso que aceptó llegar a Nuevo León, donde ya jugó su segundo partido. Mientras que en el primero ingresó en el complemento, en el último contra Atlético San Luis jugó desde el inicio. Su rendimiento dentro del campo no fue destacable, pero prácticamente en la primera jugada del encuentro convirtió un gol de cabeza que terminó siendo anulado.

Cuando parecía que Uriel se iba a besar el escudo para festejar su primera anotación con los Felinos, el juez de línea levantó su bandera. Rápidamente el jugador comenzó a hacerle gestos haciendo alusión a que su decisión había sido errónea. Aunque el offside fue muy fino, el VAR ratificó lo que había señalado Michel Caballero Galicia.

El fuerte recado de Iván Alonso para Uriel Antuna en Cruz Azul

Una vez que se consumó la salida de Antuna, Iván Alonso le lanzó una fuerte indirecta que lo destruyó: “Soy un tipo que cree fervientemente que generar imprescindibles en cargos, posiciones de trabajo o dentro del campo, genera que una organización pueda sucumbir cuando vienen cambios”.

Además, agregó: “Lo que quiero dejar claro es que el plan deportivo de Cruz Azul continúa adelante; dan igual los nombres que no pertenecen o sí pertenecen. El plan debe y va a continuar con los que quieren estar arriba del barco… y los que no, las puertas están abiertas“.