Pese a que ya no forma parte de Cruz Azul, todavía las acciones de Uriel Antuna generan la especial atención de los fanáticos. Es que el extremo de 27 años supo ser alguien muy importante para el equipo celeste, en donde fue campeón de goleo durante la temporada pasada y tenía un futuro todavía más prometedor.
Pero casi de la noche a la mañana y justo cuando parecía que seguiría hasta 2025, el Brujo decidió cruzar de vereda. No es que se marchó al América ni mucho menos, pero el seleccionado mexicano continuó con su carrera en Tigres UANL, un competidor directo por la obtención del Apertura 2024.
Esto dividió notablemente las opiniones hacia su persona en las redes sociales, en donde un numeroso grupo lo trató de mercenario, y otro en que esto era lo mejor ya que no se lo notaba feliz en el vestidor. Ahora ya 100% abocado a los Felinos, tuvo otra participación y en este caso ante Necaxa.
Titular junto a Gignac en la ofensiva, tuvo que modificar parte de su juego tras la insólita tarjeta roja que sufrió Juan Brunetta en en primer cuarto, cambiando todos los planes. Pero antes de eso Antuna se daba el lujo de marcar su primer tanto con la playera de Tigres, tras un centro elevado que pudo conectar con la cabeza.
Peeeero las cosas no terminarían de la mejor manera para el ex Cruz Azul: Rápidamente el juez de línea levantó su banderín marcando el fuera de juego, algo que se pudo confirmar con la repetición de cámaras. El también ex Chivas no reclamó demasiado la acción, y solo sonrió al lado del colegiado de manera irónica. Luego cuando le tocó salir reemplazado, lo hizo con mucha seriedad y casi sin mirar a su entrenador: ¿Estará molesto por su bajo nivel?
La versión desmentida de Paunović sobre su salida
“A Antuna lo hemos visto como en estos años de seguimiento”, lanzó el director técnico serbio. Sus palabras no hacen más que confirmar que Tigres UANL ya tenía entre sus planes la compra de Uriel Antuna. Es que anteriormente, los rumores estaban instalados en que lo habría tentado por detrás de la vista del cementero, algo que finalmente no habría ocurrido.