Cruz Azul atraviesa un mercado de pases cargado de decisiones finas. Con la salida de Ángel Sepúlveda, la continuidad del Toro Fernández y la necesidad de elevar la exigencia interna, la directiva cementera no solo buscó un delantero con recorrido internacional, sino un perfil capaz de convivir con la presión diaria que impone La Noria. En ese contexto aparece el nombre de Miguel Ángel Borja.
La llegada del colombiano no se explicaría únicamente desde sus números ni su experiencia en clubes como River Plate o Palmeiras. Para entender por qué Cruz Azul avanzó por Borja, es fundamental detenerse en una virtud que Javier Alarcón remarcó con claridad y puede adquirir un peso especial dentro del proyecto deportivo.
Durante su análisis en El Podcast de La Máquina, Alarcón fue directo al describir el rasgo que, a su entender, puede marcar la diferencia en Miguel Borja dentro del fútbol mexicano. Más allá de su actualidad o de los cuestionamientos por su último año, el periodista puso el foco en su personalidad competitiva.
“Se ve que es un cuate que una vez que entra en la sintonía es altamente competitivo y le gusta la titularidad, el protagonismo y ser parte de los reflectores”, afirmó, en una frase que resume por qué Borja encajaría en un club que vive bajo la lupa permanente.
En Cruz Azul, la exigencia no se negocia. Y lejos de esquivarla, Borja parece necesitarla como combustible: “si se compromete, que si se ilusiona, pues tiene ese poder diferencial para darle muchas satisfacciones a Cruz Azul”. Esa búsqueda constante de protagonismo puede entenderse, justamente, como uno de los atributos para un equipo que apunta a competir en todos los frentes.
¿Qué puede aportarle Miguel Borja a Cruz Azul?
La mentalidad es el eje, pero no viene sola. Javier Alarcón también explicó que Borja ofrece variantes que Cruz Azul no tuvo de manera sostenida en el último torneo: “Es un jugador más hábil con la pelota, que te puede generar espacios para los hombres de segunda línea, pero que también tiene instinto goleador y te hace gol al primer contacto”.
A eso suma su versatilidad: puede jugar de espaldas, aguantar la pelota, intentar el drible o generar paredes en corto. No es solo un finalizador, sino un delantero que participa del circuito ofensivo, algo que Nicolás Larcamón considera clave para su modelo de ataque.
¿Por qué Miguel Borja encajaría en Cruz Azul?
El contexto también juega. Borja llega tras un año irregular, pero con la motivación intacta y un escenario que lo obliga a rendir desde el primer día apuntando hacia al Copa del Mundo 2026 con la Selección de Colombia. Cruz Azul le ofrece exposición, competencia internacional y un entorno donde el protagonismo no se regala, se gana.
Alarcón lo sintetizó de manera clara al hablar de su compromiso: si Borja se ilusiona y se conecta con el proyecto, puede transformarse en un futbolista diferencial para los estándares de la Liga MX. No por su pasado, sino por su presente competitivo.
