Con motivo de una reestructuración y “rejuvenización” del plantel actual que nunca llegaron a materializarse, Cruz Azul optó por dejar marchar a Pablo Aguilar (1987). El defensor paraguayo fue el amo y dueño de la zaga celeste y bajo su mando se consiguió la tan ansiada Novena estrella.
Después de su salida al Luqueño, de la Primera División de Paraguay, Cruz Azul sigue sin encontrar su reemplazo natural a pesar de haber gastado millones en su búsqueda. Primero llegó Ramiro Funes Mori, quien ya es historia tras un año decepcionante en el club.
Otro que estaba llamado a tomar su testigo fue Luis Abraham, quien tampoco caló y se marchó por la puerta de atrás. Ahora, y de cara al Apertura 2023, los celestes quieren cubrir a punta de “billetazos” la sombra que dejó el paraguayo. Carlos Salcedo y Matheus Dória serán los centrales para este semestre: entre ambos el club se habría gastado una cifra cercana a los 10 millones de dólares.
Para mayor dolor de aquellos que no apostaron por Aguilar, la realidad les está jugando una mala pasada. Y es que el guaraní es figura de su equipo y fue seleccionado en el XI ideal de la jornada pasada en el campeonato paraguayo.
Líder indiscutible
Aguilar ya se hizo con la banda de capitán del Luqueño y es el líder de la defensa. Esta temporada ya ha participado por espacio de 19 compromisos en donde incluso ha aportado con un gol y una asistencia. Sus minutos en el campo representan el 82% del total del tiempo jugado, algo que deja en evidencia a los que lo calificaron como “viejo” y como parte del pasado.