La directiva de Cruz Azul analiza el impacto financiero de repatriar a César Montes, quien milita en el fútbol ruso. El defensor central goza actualmente de un contrato de élite en el Lokomotiv de Moscú que lo aleja de los parámetros normales de la liga local. Su estabilidad en Europa es el primer gran obstáculo, pero lo que realmente sacude es la comparación con los sueldos del plantel.
Esa disparidad salarial queda clara al observar la nómina de Nicolás Larcamón, donde el colombiano Willer Ditta es pieza clave. El sudamericano percibe, según El Universal, cerca de 850,000 dólares anuales, cifra que palidece ante las pretensiones que tendría el exjugador de Monterrey. Para que el zaguero acepte volver, la directiva tendría que romper el mercado nacional con una oferta histórica.
Esa cantidad que el cementero debería poner sobre la mesa para convencer al Cachorro ronda los 2.4 millones de dólares anuales. Según estimaciones de portales como Bolavip y Fichajes.com, esta cifra igualaría lo que el central gana hoy en Rusia. Al aceptar, el club lo convertiría en el mejor pagado de la plantilla, superando por un margen inmenso a referentes como Ditta, pero las exigencias adicionales del entorno del jugador complicaron todo.
Dichas exigencias van más allá del sueldo, pues se buscarían bonos especiales por objetivos y una cláusula de salida accesible hacia Europa. La Máquina tendría que desembolsar también una prima de fichaje elevada para asegurar su firma antes de que otros clubes mexicanos logren entrometerse. Esta operación podría superar cualquier presupuesto previo de la era de Iván Alonso.
El valor de mercado de César Montes
El conjunto de Moscú no facilitará su salida y exige una cifra cercana a los 8 millones de dólares para liberar el transfer del jugador. Esta suma, añadida al estratosférico salario que el central demanda, pone a la directiva en una encrucijada financiera total, pero con muchas certezas futbolísticas.
El desenlace de esta negociación definirá si el club prioriza la jerarquía individual o mantiene la armonía económica de su vestuario. Si Cruz Azul iguala las pretensiones de César Montes, enviará un mensaje de poderío absoluto a sus rivales de cara al próximo torneo. De lo contrario, la afición verá cómo su gran anhelo permanece en el frío ruso mientras el equipo conserva su actual estructura salarial para no hipotecar su futuro institucional.
