El duelo entre Colo Colo y Fortaleza por la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores terminó envuelto en una tragedia que sacudió al continente. El encuentro que contaba con la presencia de los ex jugadores de Cruz Azul, Pol Fernández y Moisés Vieira, terminó empañado por los lamentables hechos ocurridos en la previa, en las inmediaciones del Estadio Monumental de Santiago.

Antes del pitazo inicial, dos jóvenes aficionados del equipo chileno, de 13 y 18 años, perdieron la vida en las afueras del recinto tras ser atropellados por un vehículo de Carabineros cuando intentaban trepar una valla. Aunque las circunstancias aún se encuentran bajo investigación judicial, la indignación se apoderó rápidamente del ambiente y generó un clima de tensión.

Todo se desbordó tras 68 minutos de juego, cuando un grupo de hinchas invadió el campo. Rápidamente, Pol Fernández, Moisés Vieira y todos sus compañeros corrieron al túnel para resguardarse, mientras los del equipo local intentaron calmar los ánimos. Sin embargo, la violencia escaló, lo que obligó al árbitro Gustavo Tejeda a suspender definitivamente el encuentro.

Tras los hechos, CONMEBOL emitió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento de los dos aficionados y expresó sus condolencias a las familias. Además, informó que derivará el caso a sus órganos judiciales para evaluar posibles sanciones a Colo Colo, entre las que podrían incluirse la pérdida de puntos, la suspensión del Estadio Monumental o incluso la descalificación del certamen.

(X @CONMEBOL)

La reacción de Fortaleza a la tragedia ocurria en Chila

Desde Fortaleza, también hubo una rápida reacción institucional.El club brasileño informó que todos los integrantes de la delegación (entre ellos Pol Fernández y Moisés) se encontraban en buen estado tras los incidentes. En sus redes sociales, repudió los hechos de violencia y lamentó profundamente el contexto en el que se desarrolló el encuentro.

(X @FortalezaEC)

La imagen de los futbolistas del equipo de Brasil huyendo al vestuario mientras se producía la invasión de campo recorrió las redes y los medios de comunicación, reforzando el impacto de una noche que debió haber sido una fiesta. Ahora, la CONMEBOL debe dictar una sentencia sobre los acontecimientos, en medio del luto que embarga al fútbol sudamericano.