Cruz Azul viajaba este fin de semana a Guadalajara con un objetivo bien definido. Tras el amargo empate sin goles ante Mazatlán en el debut por el Apertura, el choque de la Jornada 2 frente a Atlas en el Estadio Jalisco adquiría un peso clave en estos primeros pasos del ciclo de Nicolás Larcamón.
La Máquina salió con todo: impuso condiciones desde el arranque, se adueñó del trámite y generó un par de oportunidades claras, especialmente en los pies de Ángel Sepúlveda. Del otro lado, Kevin Mier había comenzado su noche con una atajada destacada que ilusionaba con una actuación sólida.

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Pero… apenas pasados los 15 minutos de juego en el reloj, llegó el “osote” que cambió el guión. En una salida desde el fondo, el arquero colombiano, que hasta ese momento era parte activa del circuito celeste, controló mal el balón y, en un error imperdonable, se lo dejó servido al delantero de Atlas. Eduardo Aguirre no perdonó la ventaja y definió sin resistencia para marcar el 1-0.