Rafael Guerrero apareció como una de las apuestas defensivas de Cruz Azul tras formarse en sus categorías juveniles y debutar en Primera en 2022. Con 27 partidos repartidos en Liga MX, Copa y amistosos, el zaguero buscó consolidarse, pero nunca logró afianzarse como titular: el club tuvo constantes cambios de técnico y eso afectó su continuidad.
Para comienzos de 2024, la llegada de Martín Anselmi terminó por cerrarle las puertas en La Máquina. El entrenador apostó por otros defensores y Guerrero quedó completamente relegado, sin registrar un solo minuto en el primer semestre del año, por lo que su presencia se limitó a convocatorias esporádicas.
Ante ese escenario, el joven defensor tomó la decisión de buscar nuevos horizontes y en julio de 2024 fue transferido de manera definitiva a Tigres. El proyecto regiomontano lo sedujo por su promesa de darle competencia interna y la posibilidad de sumar minutos, llegando junto a Uriel Antuna.
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Sin embargo, apenas semanas después de su llegada, su carrera dio un giro dramático. En septiembre de 2024 sufrió una fractura de peroné y una luxación de tobillo tras una dura entrada en un partido de categoría. La lesión resultó grave y demandó cirugía inmediata, además de una recuperación larga.
Esa fractura lo dejó casi un año fuera de las canchas, un golpe devastador para un jugador que había llegado precisamente para tener continuidad. Durante meses, Guerrero trabajó entre gimnasio, rehabilitación y sesiones individuales mientras Tigres reorganizaba su línea defensiva sin poder considerarlo.
Rafael Guerrero se alejó de Cruz Azul pero su realidad no mejoró (Archivo).
Su regreso oficial finalmente llegó el 28 de septiembre de 2025, cuando debutó con el primer equipo de Tigres ante Querétaro por la Liga MX. Ingresó desde el banco y volvió a sentir la competencia después de doce meses. Fue un momento importante en lo personal, aunque no cambió del todo su situación deportiva.
El duro presente de Rafael Guerrero, en números
Hoy, el presente del zaguero sigue siendo complejo: en la temporada 2025-26 apenas suma 2 partidos y 5 minutos oficiales en Liga MX. No registra goles, asistencias ni presencia constante en convocatorias. Tigres lo considera un proyecto a largo plazo, pero su realidad inmediata está marcada por la falta de ritmo y un calvario que comenzó apenas llegó al club.
