Después de que Cruz Azul se coronara en el Guardianes 2021 llegaron días inciertos a los pasillos de La Noria. Álvaro Dávila y su junta se veían atados de manos por la culminación de los contratos de varios de los jugadores más importantes del plantel de Juan Reynoso, entre los que destacaba Ignacio Rivero, el "Gladiador" aclamado por toda la afición y que tenía los días contados con la tropa celeste.
Nacho debía volver a Xolos, dueños de su pase y negados a rebajar el precio de su venta; no obstante, por aclamación popular y por lógica deportiva, los cementeros movieron cielo y tierra para concretar el pase del charrúa. Al final, Misael Domínguez fue el damnificado y terminó emigrando a Tijuana como parte del pago por la compra de Rivero.
A tanto llegó la incertidumbre por esos días que un excementero se involucró para encontrarle una solución al tema. Emanuel Villa tiró de ingenio y propuso una 'coperacha' entre los fanáticos de La Máquina para ayudar al club a costear la compra estipulada en tres millones de dólares. Lo que empezó como una broma se hizo viral por redes sociales y gran parte de los aficionados dieron el 'OK' para depositar dinero en una cuenta.
"Me llegaron muchos mensajes, todos haciéndome ver que querían que me quedara aquí, obviamente vi eso que de que querían aportar su granito de arena (dinero) para que pudiera quedarme y es muy bueno, no tengo más que agradecimiento para todas esas personas que transmitían esos mensajes para que me perdiera quedar en Cruz Azul", comentó Nacho para el diario Récord sobre la 'coperacha' que se haría en su nombre.
El propio Álvaro Dávila salió a desmentir que se fuera a dar la iniciativa y llegó a un arreglo con Xolos y con Nacho para que el uruguayo permaneciera en el club hasta el 2023. Para esta temporada su papel en la plantilla ha cobrado mayor protagonismo y se espera que sea uno de los "consentidos" de la afición ahora que se han quitado los candados del Estadio Azteca.
