Cuando Cruz Azul fue Campeón por última vez, Arturo apenas tenía cuatro años, su memoria no grabó en vivo aquel heroico gol que firmó Carlos Hermosillo para sellar la victoria con la que La Máquina conquistó su octava estrella, pero da igual; el amor que siente por sus colores es leal e infinito como ninguno otro.

Arturo Báez es Cirujano Dentista y actualmente se encuentra estudiando la especialidad de ortodoncia en la UNAM, y a pesar del tiempo que una carrera en ciencias de la salud demanda, muy pocas veces faltó a su cita de cada 15 días con Cruz Azul, en el Estadio Azul y después en el Estadio Azteca: seis o siete veces en 10 años para ser exactos. Pase lo que pase, siempre está presente.

Arturo en la Facultad de Odonlotogía de la UNAM. Foto: Arturo Báez

Arturo en la Facultad de Odonlotogía de la UNAM. Foto: Arturo Báez

“En estos casi 10 años que voy al estadio de manera asidua, he faltado como seis o siete veces, algunas fueron por cuestiones de salud y otras por tener otros compromisos”, confesó Arturo en una plática con Vamos Cruz Azul.

Por supuesto que tiene pruebas de su fidelidad. Arturo atesora una pila gigante de los boletos que ha coleccionado durante más de 10 años de ir a alentar a su más grande amor en todos los partidos que juega como local, en todos los torneos, e incluso algunos otros de sus viajes a otras canchas del país: Olímpico Universitario, Nemesio Diez, Olímpico de la BUAP, Cuauhtémoc, Hidalgo, Jalisco, Akron y Victoria son parte de su lista.

Su primera entrada para al Estadio Azul tiene la fecha del 30 de julio del 2005, justo en el debut de Gerardo Torrado como jugador de La Máquina, y como todo niño, bien acompañado por sus papás, sin embargo, fue el inolvidable 3 de octubre de 2010 el que marcó el principio de una tradición que se hizo parte de su vida, después de que el gol de Christian Giménez le pusiera fin a la ‘paternidad’ que América tenía sobre los cementeros, Arturo regresó a la cancha cada que había partido: “Lo recuerdo bien porque fue un día antes de mi cumpleaños”.

Es mi equipo, siempre lo ha sido y siempre lo va a ser, es mi manera de apoyarlo en las buenas y sobre todo en las malas, han sido muchas malas pero sé que las buenas están por llegar, si se cree y se quiere algo se apoya siempre, sin importar las circunstancias. En lo estrictamente personal yo lo hago por el cariño que le tengo al equipo y porque es algo que me gusta mucho hacer y es importante para mí”.

¿Alguna vez pensaste en dejar de ir al Estadio?

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Hasta el día de hoy esa idea jamás me ha pasado por la cabeza, por lo menos no en un futuro cercano, sé que en algún momento pasará que ya no pueda ir tan seguido como estaba acostumbrado, pero eso será porque mis obligaciones, sueños y metas sobrepasarán esta costumbre que tengo tan arraigada en esta etapa de mi vida”, apuntó.

Foto: Arturo Báez

Foto: Arturo Báez

Una colección envidiable

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Adquirir la playera de local cada temporada es de ley, pero la de visitante, la alternativa y hasta la de portero son siempre una tentación, por lo que Arturo casi siempre termina comprando más de dos playeras por año, además, las indumentarias históricas nunca pueden faltar, como la legendaria azul de la marca Fila con la que Cruz Azul obtuvo su octavo título. Y así, en sus 26 años de vida, la colección es cada vez más grande.

Foto: Arturo Báez

Foto: Arturo Báez

Debo tener unas 52 más o menos, pues la primera que me compraron mis papás fue en el 2005, pero a coleccionarlas como tal, desde que pude comprarlas yo, porque mis papás jamás me hubieran comprado tantas. La primera que compro es la azul y ya después, según me lo permita el dinero, la blanca, luego la alternativa y al final la del portero; es un gusto que me doy cada vez que puedo. Algunas otras han sido regalos también, se aprecian bastante”, presumió el fiel seguidor cementero.

Y es que la fidelidad también tiene un precio, ya que entre boletos, viajes, camisetas y más hay una suma de dinero que hasta al propio Arturo le da miedo calcular: “La verdad ya estoy en un punto que hasta a mí me da miedo saberlo y sería muy difícil calcularlo, sé que ha sido mucho dinero, claro distribuido a lo largo de 10 años pero si se hace el recuento la suma sería algo increíble”.

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Lo que todos queremos saber

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¿Qué es lo más arriesgado o extraño que viviste por Cruz Azul?

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“Cada viaje que he hecho fuera de la cuidad para ver a Cruz Azul representó cierto riesgo por las condiciones en que lo hice, viajar con la barra brava. También, en la Final del Apertura 2018 que perdió Cruz Azul contra el América fue la primera, y hasta ahora la única vez, que me han pegado y todo fue por defender a mi agresor que estaba en un estado de ebriedad, si me preguntas lo volvería a defender pero ya estaría más atento para que no me vuelva a pegar”.

 

¿Te ha traído problemas personales tu afición por Cruz Azul?

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“Hasta el día de hoy no y no creo que lo haga, porque he podido separa bien mi vida personal con mi afición, cada una tiene su importancia”.

 

¿Cuáles son los partidos más especiales a los que has asistido?

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“El primero que fui en el 2005 contra Morelia, el partido contra Dorados, al primero que asistió Rubén Omar Romano después de su secuestro, la Final de la Concachampions en Toluca del 2014 cuando fue Campeón, y por motivos muy personales un partido contra Pumas el 26 de abril del 2014, en el Estadio Azul, en ese momento no lo sabía, pero ahora es uno de los partidos más significativos a los que he ido y el último partido del Estadio Azul en 2018 contra Monarcas”.

 

¿De dónde viene tu amor por Cruz Azul?

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"Mi papá le va a las Chivas y mi mamá al ahora desaparecido Monarcas y a mí de pequeño no me gustaba tanto el futbol, pero siempre decía que mi color favorito era el azul, por lo que yo decía que mi equipo era el Cruz Azul. Hasta que un día un maestro de la primaria, muy aficionado a las Chivas, apostó conmigo porque jugaba contra Cruz Azul, ese fue el primer partido que vi en mi vida y desde ahí mi afición por el equipo se concretó".

 

Foto: Arturo Báez

Foto: Arturo Báez

 

Una nota final de Arturo

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"Cada persona apoya al equipo a su manera y posibilidades, por eso estoy muy en contra cuando hay personas que dicen que quien no va al estadio o no tiene las playeras no es un aficionado de verdad, todos a su manera somos aficionados de verdad y buscamos lo mejor para el equipo.

"Estoy muy consciente de que no estoy ni cerca de ser el aficionado más grande que tiene Cruz Azul, hay personas que tienen mucho más playeras que yo, llevan más tiempo yendo e incluso viajan mucho más siguiendo al equipo, y una de esas personas sin duda fue Alexis Edgar Zotero Benito Caballero, un gran aficionado que lamentablemente hace poco más de un mes se nos adelantó, pero honor a quien honor merece y su afición era inigualable e incansable, que en paz descanse y le mando un abrazo hasta al cielo"

Alexis Benito fue un fiel aficionado de Cruz Azul y muy querido en La Sangre Azul. Q.E.PD. Foto: Facebook

Alexis Benito fue un fiel aficionado de Cruz Azul y muy querido en La Sangre Azul. Q.E.PD. Foto: Facebook