La Selección de México ultimaba detalles en su preparación para la Copa del Mundo en Sudáfrica en el año 2010. Javier Aguirre estaba al mando de aquel Tri, quien contaba en sus filas con un jovencísimo Adrián Aldrete, lateral del Monarcas Morelia que destacaba por su velocidad, fuerza y despliegue.

En una de las concentraciones del combinado nacional llegó una noticia que paralizó la armonía reinante en el cuadro local: Aldrete dio positivo en un resultado analítico adverso (RAA) por testosterona. En castellano esa oración se traduce de una manera más sencilla: Adrián Aldrete se dopó.

Ricardo Cadena, médico del Morelia, llamó alarmado después de tener los resultadosen mano a un Aldreteque parecía desconcertado. “¿Tomaste algo diferente. Has comido algo distinto”, preguntaba el doctor Cadena para encontrar la causa de esos análisis. Con apenas 20 años, el ahora lateral de Cruz Azul, con ese desparpajo y confianza que dan la juventud, respondía: “Tengo 20 años, no necesito doparme”.

Tras informar el jugador su versión de los hechos, tanto la Selección como el doctor Cadenaprocedieron a realizarel protocolo que establece la Agencia Mundial Antidopaje(WADA por sus siglas en inglés) para descubrir el origen de alguna “sustancia”que se encontraba en el organismo de Aldrete.

Adrián Aldrete en Cruz Azul (Imago 7)

Adrián Aldrete en Cruz Azul (Imago 7)

“No estaba tomando suplementos alimenticios o vitaminas, absolutamente nada. Era algo que no estaba en mis manos, no era como que dejara de comer o tomar algo, simplemente vieron que más allá de regular que no sacaba partida de esta situación, ningún provecho…“, llegó a decir el futbolista, quien ya se encontraba en el centro de la escena por su supuesto ‘dopaje’.

Transcurrió un margen de tiempo hasta que se obtuvieron los resultados de todos los análisis, y al final se descubrió que el propio organismo del futbolista produce una cantidad mayor de testosterona de manera natural. Posteriormente, tanto el Tri como los Monarcaselaboraron un documento para hacer constar la situación atípica del jugador ante la WADA, organismo que terminó avalando las explicaciones y dando por cerrado el asunto.