En los tiempos actuales no existe el “para toda la vida”, menos aún en un deporte como el fútbol, donde el dinero y los intereses terminan siendo el termómetro que mide la fidelidad y el amor del jugador hacia unos colores. Pero como toda regla tiene su excepción, Julio César Domínguez forma parte de aquellos románticos que no temen expresar su amor, y así lo hizo, al único de toda su vida: Cruz Azul.
“Para mí, Cruz Azul representa amor y pasión. La mitad de mi vida la he pasado aquí en Cruz Azul. He pasado 17-18 años en el club y es toda mi vida. Amo a Cruz Azul y significa todo para mí”, dijo El Cata en una entrevista exclusiva con Concacaf.com.
Fue un su niñez cuando ocurrió el “flechazo” hacia La Máquina. Con su padre, el pequeño Cata comentaba que algún día defendería esos colores que tanto admiraba, años después, no solo lo consiguió, sino que reescribió el concepto de jugador insigne para la institución.
“Como jugador, lo que más recuerdo es cuando hice mi debut en el club que amo. Cumplí un sueño que le había prometido a mi padre, quien murió en 1996. Le prometí que jugaría en Cruz Azul y pude cumplir ese sueño”, recordó el defensor mexicano.
La pausa de todas las ligas del mundo a raíz del coronavirus, dejó en lista de espera el choque que medirá a Cruz Azul contra Los Ángeles FC por los cuartos de final de Concachampios, partido que en la previa se presenta como uno de los más atractivos del semestre, pero el defensor de 32 años, en un arrebato filosófico, prefiere centrarse en el ahora y rehúye hablar de pronósticos.
“Prefiero hablar sobre el presente. Me gusta ir partido por partido y creo que contra LAFC tendremos un buen partido y esperamos llegar a la semifinal y convertirnos en campeones. Pero primero debemos vivir en el presente y centrarnos en lo que estamos haciendo ahora e ir paso a paso ”, concluyó Domínguez.