777-head
El Eje 6 Sur, justo en la esquina con la avenida Insurgentes ,lucía diferente. Punto de referencia donde la afición americanista suele reunirse previo al “Clásico Joven”. En esta ocasión lucía solo, con más elementos policíacos que seguidores azulcremas. Del otro lado, las camisetas de Cruz Azul desfilaban alrededor de su casa, su estadio. Jerseys de los años 70, o los que portaban el número de los referentes cementeros como el 27 de Hermosillo, o el suéter de portero de Miguel Marín, portados con orgullo, pues era día de salir a la calle demostrando el amor por Cruz Azul. Un estadio en el que la afición celeste llenó las tribunas, con el regreso del mosaico que se había prohibido, y con una tarde fresca pero agradable para los asistentes. Al minuto de iniciado el encuentro, Cruz Azul había comenzado la serie de goles en contra de su acérrimo rival, y la fiesta comenzaba a manifestarse en las gradas. Emanuel Villa marcó el primer gol, y a pesar de que la afición exigía más goles, mismos que no llegaron. La luz se fue del estadio, por lo cual, los elementos encargados de la logística del lugar trataron de solucionar el problema, mientras que los hinchas azules estaban deseosos de más goles por parte de su escuadra. La luz no regresó, pero sí la anotación de Javier “Chuletita” Orozco, quien al minuto 62, logró que la afición se entregara por completo al equipo. Ya era una fiesta celeste en toda la tribuna, y desde su palco, Guillermo Álvarez, presidente del equipo, así como Javier “Kalimán” Guzmán no perdían detalle alguno del encuentro. La algarabía parecía completa con tintes de goleada gracias a Emanuel Villa, quien nuevamente sacó la cara por los colores de la institución, y al grito de ¡Villa! ¡Villa!, los cementeros reconocieron su trabajo. Antes de finalizar el partido, los visitantes marcaron único gol para su causa, misma que provocó bromas entre aficionados cementeros y azulcremas, sin llegar a mayores. Así, Cruz Azul vence una vez más a las Águilas del América, con toda su afición esperanzada en conseguir la anhelada novena estrella.