Billy Álvarez cumplió, el día de ayer, dos meses lejos de las cámaras y en medio del ojo de la justicia. El otrora presidente de Cruz Azul fue acusado de diversos delitos, relacionados con la Cooperativa, y tiene varias órdenes de aprehensión encima, por lo que está suspendido como mandamás del club y no aparece ante la luz pública desde julio.

Si bien los Consejos de Administración y Vigilancia asumieron el poder de la cementera y también del equipo de futbol, todavía no se escoge a un nuevo presidente, y no se hará hasta que se convoque a una asamblea de socios. La fecha está pactada para el 26 de noviembre.

 

Sin embargo, el problema es que sin Álvarez no se pueden firmar contratos. Él es la única persona autorizada en la Federación Mexicana de Futbol para avalar los vínculos entre el club y los jugadores. Es decir, sin un nuevo presidente, los futbolistas están "secuestrados" en Cruz Azul.

 

 

Según explicó Gustavo Mendoza en Fox Sports, hay varios jugadores que estaban negociando su extensión de contrato. Rafael Baca, por ejemplo, quien termina en diciembre de 2020 su relación con la Máquina, y otros varios titulares que acaban el vínculo a mediados de 2021 y que hoy podrían recibir ofertas de otros clubes, ya que no tienen quién firme su papel nuevo.

Pero todo empeora porque el periodista también señaló que la salida del Cabecita es casi imposible, por lo que hoy está "atado" en Cruz Azul. "Se habló mucho que Jonathan Rodríguez puede salir al futbol de Europa, pero no lo puedes desvincular porque el presidente que puede firmar su salida del club no aparece", explicó. ¿Qué significa esto? Que sin directivo que pueda firmar el contrato, los jugadores no podrán buscar nuevo destino.