Durante las últimas semanas, Cruz Azul y su directiva han estado sumidos en problemas directivos graves: su presidente, Guillermo Álvarez, tiene encima una orden de aprehensión y una ficha roja de Interpol, y la Cooperativa vive una crisis intensa, ya que son muchos quienes quieren hacerse de la cabeza del club.
Por la misma razón, no se descarta que los directivos actuales pensaran en algún momento en que no es una mala idea vender el club, para mejorar las finanzas de la cementera y desligar al equipo de futbol de cualquier conflicto derivado de los problemas de Billy Álvarez, como una posible desafiliación de Liga MX.
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Sin embargo, expertos en plática con ESPN aseguraron que es imposible que pudiera venderse la franquicia, y uno de los principales problemas tiene que ver con el hecho de que la cementera también ostenta el nombre del club, y en caso de vender al equipo, sus nuevos dueños tendrían que seguir pagándole a la Cooperativa La Cruz Azul por conceptos de patrocinio.
“Si la Cooperativa decidiera vender el club, habría que ver si permanece el nombre o si se le cambia, porque si se le queda el nombre, la empresa deberá de seguirle pagando a lo nuevos dueños, porque sería un acuerdo de patrocinio, de no ser así, habría que cambiarle el nombre al equipo, porque hasta la cementera podría decir que ya no usarán ese nombre y el equipo comoCruz Azuldesaparecería, habría que buscar un nuevo nombre”, explicó Francisco San José, profesor de mercadotecnia deportiva en la escuela de Cienciasdel Deporte, de la Universidad Anáhuac.
Considerando, además, que Cruz Azul no tiene estadio propio ni una ciudad deportiva, sino únicamente un recinto deportivo menor (La Noria), los empresarios podrían descartar una posible compra considerando que no hay un valor adicional al club además de su plantilla y su afición.