Desde hace varias semanas que un rumor ha ido tomando fuerza con el correr de los días: Renato Ibarra, quien sería desvinculado de América una vez que termine el torneo de Clausura 2020 de Liga MX, podría llegar a Cruz Azul.
El delantero ecuatoriano estuvo en prisión en el mes de marzo por violencia de género y tentativa de feminicidio contra su esposa, L.C. de 26 años, pero finalmente los cargos fueron retirados.
Teniendo en consideración que debe firmar de forma mensual en el Reclusorio Oriente hasta, al menos, septiembre de 2020 es que Ibarra buscaba club o en la Ciudad de México o en las ciudades cercanas, y Cruz Azul, Pachuca y Toluca surgieron como los nombres evidentes.
En plática con Diario Récord, cercanos al jugador aseguraron que “todos dudan por la situación legal que atraviesa Renato. En este momento está viviendo con su hermano Romario en Pachuca y pidió permiso para poder entrenar por separado en las instalaciones del Pachuca, pero en el equipo de Jesús Martínez no están muy convencidos de la operación y parecen que van a desistir”, revelando así que no serían los Tuzos el club donde ficharía Ibarra el próximo semestre, pese a que allí compartiría con su hermano, Romario.
América, además, pretende realizar una venta definitiva con Renato Ibarra, con cifras que rondarían los cinco millones de dólares, y en Cruz Azul hoy no están interesados en gastar tanto dinero. Teniendo en cuenta, por otro lado, que prácticamente no hay cupos de extranjeros desocupados.
Pero la verdad es que fuentes internas en la Máquina revelan que en la directiva tampoco están interesados en fichar a Ibarra con su historial, puesto que complicaría mucho para con la opinión pública, por lo que hoy su llegada a Cruz Azul se ve lejana.