La carrera de Oscar Pérez en el futbol fue más larga de lo acostumbrado. 25 años y medio después de su debut con la playera de Cruz Azul, el Conejo decidió dejar la competencia con múltiples títulos en su haber, después de defender a varios clubes en México y como uno de los últimos ídolos de la Máquina.

Su nombre, sumado a la playera celeste, ya son leyenda. Y, como dicen, "uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida", Pérez regresó a la Máquina y hoy funge como entrenador de porteros y trabaja codo a codo con José de Jesús Corona, Sebastián Jurado y Andrés Gudiño. A los dos últimos aún los está formando como arqueros.

Sin embargo, su llegada a Cruz Azul en los '90 no estuvo exenta de polémicas, y es que el Conejo recordó, en plática con Esto, que abandonó la escuela para ir a probarse en el arco celeste. En su lista de prioridades estaba más alto el ser arquero profesional que terminar el bachillerato.

Según Pérez "una de las mejores decisiones en mi vida fue irme a probar con Cruz Azul, en lugar de presentarme a la escuela e inscribirse al segundo semestre de bachillerato", explicó, para luego revelar por qué.

"El futbol me ha dado todo, estoy contento por los resultados obtenidos en mi carrera, Cruz Azul es parte de mi vida, pero con Pachuca también logré cosas muy importantes", detalló el Conejo. Y es que sin el futbol, no hubiera llegado donde llegó.