El juego entre Tigres y Cruz Azul del pasado sábado terminó con un empate en el último minuto, una bronca entre André-Pierre Gignac y los jugadores de la Máquina y un José de Jesús Corona muy enojado.

¿Qué pasó? El francés comenzó a calentar los minutos posteriores al juego, se burló de los jugadores de la Máquina e incluso le gritó hijo a Chuy, quien no quiso responderle.

Según reveló la columna del Francotirador de Diario Récord, Corona estaba furioso, pero antes de ir a golpearlo o a gritarle cosas a Gignac, prefirió ir a acusarlo con el árbitro Óscar Mejía.

El problema es que el silbante no hizo nada, y eso molestó aún más a Chuy, quien no aguanta más el hecho de que Gignac haga lo que quiera en las canchas y los encargados de impartir justicia le permitan todo.