Joaquín Beltrán
Cruz Azul cayó nuevamente en su estadio, esta vez contra el Puebla con anotaciones de Alejandro Acosta al 44′ y de Ramón Núñez al 52′, por parte del equipo local, Pablo Zeballos acortó distancias faltando veinte minutos para el final pero no fue suficiente. El equipo del “Maestro ” Galindose despide prácticamente de la liguilla y sólo le restará salvar el orgullo en la final de la Concacaf Liga Campeones,serie que arranca el miércoles enel EstadioAzulcontra elAtlante. Los cementeros se quedan en el fondo delgrupo doscon 12 unidades, en la próxima jornada visitarán a los Tuzos del Pachuca, líder de la competencia. EL PARTIDO La casa, la liguilla, el futbol, el espíritu y la escencia que Cruz Azul defendió el año pasado y con los cuales llegó a dos finales de forma consecutiva, se han ido por la borda. El Estadio Azul terminó de derrumbarse esta tarde ante el conjunto de La Franja del Puebla que llegó armado con herramientas de demolición para tirar una a una las butacas de la casa de La Máquina. Después de 43 minutos de intentonas tímidas del conjunto de Benjamín Galindo, quien puso de inicio por primera como titulares a Javier Orozco y a Emilio Hassan, defensa que por cierto fue una coladera por el sector derecho; llegó la contundencia de los camoteros al 44′. Daniel Osorno burló a la zaga cementera y filtró para Acosta, quien solo y su alma definió como auténtico delantero el 0-1 de pierna derecha. El descanso llegó con una lluvia de aplausos para los poblanos que se mostraron comprometidos con el espectáculo en la búsqueda de la portería de Alfonso Blanco; y con abucheos para los cementeros, quienes tuvieron en Orozco y Andrade las mejores opciones ofensivas. Cuando se sentía en el aire que Galindo ajustaría la línea defensiva que tantos sustos le dio en los primera mitad, el “Maestro” decidió meter gente de ofensiva. Andrade, Orozco y Lozano, dejaron su lugar para Lugo, Zeballos y Vela, tripleta que entró a darle mayor movilidad a los celestes. La Franja aprovechó al 52′ las bondades en la marca cementera y con un latigazo, se infiltró Osorno por prado derecho y con un servicio pegadito al césped habilitó al “Principito” Núñez, quien ya había buscado con anterioridad la portería contraria, y con derecha marcó el 0-2. El capitán Torrado recibió la tarjeta roja directa tres minutos después del gol, dejando en mayor desventaja a La Máquina. Puebla poco a poco fue perdiendo el ímpetu y la frecuencia para buscar la red celeste debido al despliegue físico en la recta final del encuentro. La Franja se metió en su patio para defender el marcador y Cruz Azul comenzó a tocar mejor y con mayor rapidez la redonda. Zeballos quien recibió un largo pase de Hassan y en un mano a mano con Villalpando, puso con un disparo derecho el 1-2. Ante la histeria del “Chelís” y toda su comitiva; y de la desesperación de Galindo, los cementeros buscaron el empate pero el balón se negó a caer. Con el pitazo de Armando Archundia llegó el abrazo y las lágrimas del “Chelís” con Duilio Davino, quien instantes después se unió al festejo de Acosta, Vilchez, Ayala, Salinas y González con la nutrida porra camotera. A lo lejos, el técnico poblano corrió a abrazar a los miembros de su familia pues sabe que Puebla es un Equipo de Primera. EL ARBITRAJE
Armando Archundia tuvo un encuentro difícil. Ambas oncenas pelearon con intensidad el esférico. El silbante mundialista fue acertado al no acreditar como gol un balón que mordió la línea blanca de la portería celeste. La tarjeta roja que marcó sobre Gerardo Torrado fue su gran error, pues el medio de La Máquina no tocó a la “Bola” González y dejó a su equipo con desventaja de hombres. Foto: Mexsport Fuente: Mediotiempo