Emanuel Villa
Una vez más y como ya parece ser una costumbre cada vez más arraigada en el corazón de los millones de aficionados cementeros, el Cruz Azul se ha quedado en la orilla. Víctima de sus propios errores y con un partido que nos hizo recordar aquel Cruz Azul “pecho frío” y con escasas ambiciones que imperaba en torneos anteriores. El equipo ha quedado eliminado de la Liga de Campeones de la CONCACAF. Así es señores, Cruz Azul nos ha dejado nuevamente con esa sensación de rabia, impotencia y tristeza, que se siente sólo después de un partido como el que vimos el miércoles pasado en el Azul. Antes de iniciar quiero hacer una mención especial para la afición celeste. Que como lo había solicitado la misma directiva de la Máquina, se brindó al equipo apoyándolo en todo momento, esto se vuelve aún más significativo si tomamos en cuenta el día y la hora del juego. Mencionar también que Monterrey hizo lo suyo, jugó al filo de la navaja, como lo tenía que hacer y de la mano del eterno Humberto Suazo, se ha logrado meter a la final de l certamen centroamericano. El primer tiempo fue medianamente bien jugado por los celestes, los primeros minutos me parecieron fundamentales, porque sirvieron para que el equipo se “acomodara” en la cancha y sobre todo para que se relajara de cierta manera y que a su vez, esto le permitiera un mejor manejo de las emociones dentro del terreno de juego. Ya con la ventaja en el marcador, y con el estadio prácticamente lleno, iniciaba la segunda mitad. Se esperaba que con la charla de Enrique Meza al medio tiempo, el Cruz Azul saliera a la cancha con el ímpetu a tope, y se volcara al frente para tratar de cerrar la serie con un gol más, cosa que jamás sucedió. Cruz Azul no tuvo una sola llegada de peligro, por ahí algunos disparos de fuera del área, un disparo del “Tito” Villa a dos minutos del final, y eso fue todo lo que Cruz Azul elaboró al ataque. Errores fueron demasiados para un juego de semifinal, Torrado se cansó de perder balones (cosa muy rara por cierto), Cervantes sigue con ese juego sobrado que lo único que hace es perder balones en el primer cuarto de cancha que a la postre se convierten en jugadas claras de gol para los equipos rivales. Villa sigue siendo un guerrero en el área, pero no estaría mal si alguien de repente le ayudara un poco, no siempre tiene que ser él quien defina los juegos. El “Chaco” que quiso, pero que lamentablemente esta vez no pudo, en fin. Cruz Azul no supo cómo liquidar esta semifinal. Al final nos encontramos con que Cruz Azul sigue siendo víctima de sus propios miedos, sigue siendo frío en partidos importantes, le siguen “temblando las piernas” a la hora de enfrentar sus propios fantasmas. Fallaron una vez más y lo volvieron a hacer en casa, frente a su gente. Sí, hace un par de jornadas se le ganó -y se le ganó bien- al América. Pero ¿y qué? Siendo realistas, no es ni por mucho la mejor versión del América en muchos años, tienen a un técnico un tanto inexperto si lo comparamos con Enrique Meza y si lo vemos fríamente, el Cruz Azul no tuvo más que ser inteligente y pararse ordenadamente en la cancha del Azteca para de manera imponente lograr la victoria. Monterrey no es ni para nada otro América, en realidad es mucho mejor equipo. Aún así, estaba muy claro que Cruz Azul tendría que hacer las cosas al menos de forma similar para medianamente pensar en el pase a la gran final. Es una pena que ni jugaron de manera inteligente, ni mucho menos jugaron de manera ordenada como lo hicieron frente a los cremas. Algunos aficionados celestes podrían escudarse en el trabajo del árbitro, otros podrían decir que no fue penal, unos más podrán decir que Monterrey fue mejor o que quizás sólo fue mala suerte. ¡NO SEÑORES! A mi entender no fue ninguna de las anteriores. Cruz Azul carece de ambición, parece un equipo conformista, que precisamente se conforma sólo con estar en las instancias finales. Pero, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo el aficionado celeste podrá celebrar algo? ¿Hasta cuándo las burlas? ¿Hasta cuándo seguiremos así? Viendo cómo los demás equipos se coronan y siguen logrando títulos para su causa… ¿Hasta cuándo Cruz Azul? ¿Hasta cuando? El penal de Waldo Ponce. Las expulsiones de Cervantes. El penal del joven Araujo contra Pumas. El penal fallado por Alejandro Vela en la final ante Toluca. El gol de “Chupete” Suazo en la final contra Monterrey. El gol de último minuto en la final contra Pachuca. El golpe que le dan a Villaluz en Toluca. Las finales perdidas contra Santos y Atlante. Los goles de Salvador Cabañas. La inexperiencia de Sergio Markarian dentro del futbol mexicano. Todos son recuerdos inmediatos que se vienen a la mente cuando algún cementero de corazón escucha la palabra CAMPEONATO. Y bueno, el destino le tiene preparada una pronta revancha al equipo, pues este sábado estarán presentándose de nueva cuenta en la cancha del Azul frente a Monarcas Morelia. El partido pinta para ser un gran juego, recordemos que son el tres y cuatro de la tabla general y el dos y tres dentro del grupo más apretado del torneo. Así que este partido se vuelve de vital importancia para las aspiraciones que tiene el cuadro celeste de lograr una calificación a la fase final. No sé hasta qué punto influya anímicamente para los jugadores esta eliminación del torneo de CONCACAF. Porque en lo que me ha tocado ver, la gente celeste está muy dolida con el equipo. Esperemos que el sábado la afición haga una entrada humilde y que el Cruz Azul salga victorioso de este compromiso. En lo personal, comento que es una pena lo ocurrido esta semana, aún así quiero cerrar este cometario diciendo: ¡¡¡Vamos Cruz Azul!!! Por Omar Gómez Herrera, colaborador de VamosCruzAzul.com Foto: Mexsport