El jueves pasado el caso que pesa sobre la directiva de Cruz Azul dio un giro inesperado. Uno de los acusados, Alfredo Álvarez, presentó un comunicado para explicar de manera detallada su presunta inocencia ante todas las acusaciones que pesan en su contra. Además de su “exclusión” del tema, el vicepresidente deportivo del equipo informó que ayudaría a la fiscalía que recabar información que esclareciera los hechos en donde presuntamente está involucrado su hermano: Guillermo Álvarez.

La colaboración del mayor de los hermanos ya está rindiendo sus frutos, y se pudo conocer a través del abogado del grupo de cooperativistas suspendidos, Guillermo Barradas, que Álvarez se opuso a la contratación de varios jugadores a los que se había “inflado” su valor de mercado.

“No mencionó ninguna cifra, pero sí mencionó trato de jugadores, nombres… del que recuerdo te puedo mencionar a Orbelín Pineda, donde recuerda el señor Alfredo Álvarez que tuvo una desavenencia con Ricardo Peláez (ex director deportivo) y que le decía a su hermano que eran valores muy costosos, pero su hermano no le hizo caso y él se arreglaba con el representante legal, Fernández.”, explicó Barradas en una entrevista con el diario Milenio.

Otro de los jugadores por los que se habría pagado un coste mayor al real, fue a Jonathan Rodríguez. “Se acuerda también de Jonathan Rodríguez. Señala algunos casos y exhibe ante la Fiscalía una lista de jugadores, y el presume que había acuerdos entre este representante legal y Guillermo Álvarez para inflar estas cifras”, reseña.

Orbelín Pineda llegó a La Máquina para el campeonato del año 2018 por un precio aproximado de 11 millones de dólares. Y según la web Transfermarket, el valor del mediocampista en aquella época alcanzaba los 6 millones

El caso de ‘Cabecita’ es distinto: siempre y según la misma web, el precio del delantero uruguayo al momento de su arribo a La Noria era de 4 millones de dólares, misma cantidad que abonaron los cementeros por su fichaje desde el Santos Laguna.