Rubén Omar Romano sufrió de las peores cosas que pueden pasarle a una persona, mientras dirigía a Cruz Azul, en 2005: el 19 de julio fue secuestrado por cinco antisociales que lo mantuvieron retenido contra su voluntad por 65 días, hasta que agentes de la AFI consiguieron liberarlo del encierro.

El DT argentino aseguró que la directiva y la afición de Cruz Azul se portaron increíble y que aún recuerda su recibimiento en el primer partido al que pudo asistir, a fines de octubre. “Recuerdo mucho haber salido a los tres días y pisar una cancha, recuerdo ese recibimiento de la gente de Cruz Azul y es impresionante”, expresó.

Rubén Omar Romano el día en que llegó a Cruz Azul después de su secuestro. (Foto: Archivo)

Rubén Omar Romano el día en que llegó a Cruz Azul después de su secuestro. (Foto: Archivo)

Sin embargo, en plática con Milenio, aseguró que le hecho de que Isaac Mizrahi -su auxiliar técnico- lo reemplazara como interino y luego asumiera como DT de la Máquina, terminó por quebrar su relación a perpetuidad.

“Por supuesto que yo quiero seguir dirigiendo, después pasó que se quedó mi auxiliar, se quedó Mizrahi, donde hubo un problema, desde mi punto de vista, con una mala decisión porque no vienes de frente y aprovechas una situación de éstas. Pero bueno, es pasado, lo importante es que yo seguí”, comenzó.

Además, Romano añadió que “yo siempre digo que cuando uno tiene a sus auxiliares, hay un momento que yo mismo quiero que vuele solos, como sucedió con Sergio Bueno en Celaya, uno los prepara para que vuelen, pero hay formas y esta forma fue muy mala, acá no fue de que yo me iba a otro lugar y les decía a la gente de Cruz Azul ‘que se quedeMizrahi’, no, fue algo que se movió durante mi ausencia y no fue bien manejada por Isaac”.

“Después de unos meses, yo le marqué varias veces, porque entiendo el error, entiendo que se pudo deslumbrar un poco por estar en el banco y tomó esa decisión, pero no creo que sea una mala persona, tomó una mala decisión y en ese momento me dolió mucho. Es un tipo que en su momento, sin querer, yo lo involucré mucho en el tema del secuestro porque era el único número que tenía en mi memoria rápido, y se portó espectacular con mi familia y uno deja un poco eso y deja en la balanza lo bueno que pasó. Al año yo le marqué pero no me contestó”, sentenció el DT argentino. Duro.