“Todos serán famosos por 15 minutos”. Esta frase celebre se le atribuye al excéntrico Andy Warhol para definir la nueva realidad de la sociedad en la era moderna. También se podría atribuir a lo que vivió Richard Núñez en su etapa con Cruz Azul. Procedente de España y con gran cartel, llegó, goleó, acaparó los titulares; todo en tan solo pocos minutos, y después… la nada. A tanto llegó su ostracismo después de su glorioso debut que terminó en el América, decisión de la cual se arrepiente hasta el día de hoy.
“El tema es cuando llega Sergio Markarián. Me dice que no me va a tener en cuenta jugando en esa posición, o jugaba de volante o no jugaba, y yo no me sentía cómodo, y me dijo que tenía que buscar mi salida, y me buscaron de América. Si hubiera sido más maduro me hubiera quedado en Cruz Azul aunque no jugara”, comenta el jugador en una entrevista con el diario Marca.
Richard Núñez llegó en el 2005 a La Noria procedente del Atlético de Madrid (España). En su debut con el equipo, anotó cuatro goles y fue apodado por la afición como “Súper Richard”, pero tras varios desencuentros y un bajo rendimiento, terminó en las filas del Pachuca, con quienes salió campeón. En su regreso, se encontró con Markarián, al que tampoco convenció.
“Para mí fue muy raro, marqué cuatro goles y después no me tomaron en cuenta. La afición tampoco lo merecía, y hoy me recriminan que fui un traidor, pero si me quedaba me reclamarían que robaba la plata (dinero) y ni una cosa ni la otra, tomé una decisión de ir a un equipo grande como es América, hacerle eso a Cruz Azul era traicionarlos“.
El exdelantero de 44 años vive una nueva faceta que lo mantiene ligado al mundo del fútbol: representante de jugadores, profesión que dice, también se ha visto golpeada por la pandemia. “Estoy dentro de la representación de jugadores, estoy en la intermediación de jugadores, por el momento en casa y esperando a que pase la pandemia, ya queremos salir, es complicado porque hay mucha gente en el negocio del fútbol”, remarcó.
