En el corazón de cada aficionado cementero hay nombres que resuenan con fuerza. Algunos llegaron como promesas, otros como figuras consolidadas, pero pocos dejan una huella tan profunda. Así lo tiene en claro Richard Núñez, que jugó en Cruz Azul entre 2005 y 2008, y en una entrevista exclusiva con Vamos Azul no dudó en señalar al el mejor futbolista con el que compartió vestidor.
Durante su paso por Cruz Azul, Núñez fue parte de un equipo plagado de estrellas. Coincidió con jugadores de gran peso como Óscar Pérez, Gerardo Torrado, Ricardo Osorio, Kikín Fonseca, César Delgado y Jared Borgetti. El talento estaba por todos lados, y según el propio uruguayo, el ambiente era fuerte pero sin egos desmedidos.

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“No teníamos esos egos de aquel o el otro. Borgetti, Miguel Sabah, más todos los que has nombrado, pero había un vestuario bastante pesado. Y la verdad nos llevábamos todo muy bien”, recordó Núñez sobre aquel grupo.
El mejor futbolista con el que Richard Núñez compartió en Cruz Azul
Cuando se le preguntó por un jugador que lo haya sorprendido, Núñez fue directo al grano. Sin rodeos, eligió a Chelito Delgado como el más talentoso y completo con el que compartió en La Noria: “Sabía cómo jugaba, pero una cosa es verlo de lejos en televisión y otra cosa es tenerlo como compañero“.
“Un crack, un jugador muy completo que le pegaba con las dos piernas, que tenía todo”, afirmó con admiración. Además de su técnica, destacó su conexión con la afición: “Era muy querido. Creo que ha sido, más allá del Conejo, de Kikín, uno de los más destacados dentro del club”.

Richard Núñez no dudo a la hora de destacar al Chelito Delgado por su paso en Cruz Azul. (JAM MEDIA)
¿Qué debe tener un jugador para triunfar en Cruz Azul?
A lo largo de su historia, Cruz Azul ha sido sinónimo de exigencia. No cualquiera se pone la camiseta celeste y deja huella. Richard Núñez, con su experiencia tanto en el fútbol sudamericano como en México, tiene claro qué condiciones debe reunir un futbolista para estar a la altura del club. Y su respuesta va mucho más allá del talento con el balón.
Para Núñez, el primer filtro no está en el pie, sino en la mentalidad. El deseo genuino de superarse, de dejar el alma en cada entrenamiento y en cada partido, es lo que marca la diferencia entre un jugador del montón y uno que se convierte en referente. “Primero que nada, tener lo que tuvimos nosotros en su momento: hambre de gloria”, aseguró el charrúa.

El uruguayo había ganado a la afición desde su debut, pero se fue “marcado” hacia América. (JAM MEDIA)
“No de decir ‘voy a Cruz Azul porque gano un buen sueldo, estoy en un buen equipo y ahí me cruzo de brazos y termino mi contrato’. No“, enfatizó. Ese hambre, esa sed de crecimiento, debe estar acompañada por un profundo sentido de responsabilidad: representar con orgullo a la institución, a la afición y, en muchos casos, al país de origen.
Pero Núñez también fue claro: el corazón solo no alcanza. Cruz Azul exige jerarquía y calidad futbolística. “Después, obviamente, el talento y la clase para jugar en equipos importantes como Cruz Azul”.