Fue el 18 de febrero, cuando Cruz Azul se enfrentó a Portmore United por los octavos de final de ida de la Liga de Campeones de Concacaf, que sufrió una dura baja sobre el final del partido: Pablo Aguilar se cortó el ligamento cruzado anterior.
Si bien en un comienzo se pensó que había zafado de la lesión, la resonancia magnética a la que fue sometido en su regreso a México revelóruptura total del ligamento cruzado anterior, ruptura del 85 por ciento del ligamento colateral medial, desgarro en ambos meniscos y una micro fractura ósea.
Pablo Aguilar, en plática con ESPN, comenzó explicando que“sinceramente no quería hablar de este tema porque en ese momento me pasaron millones de cosas por la cabeza y preferí no hablar, no decir nada, preferí alejarme este mes y algo”.
“En un principio, te soy sincero, pensaba para adentro de mí ‘ya no me quiero arriesgar’, inclusive retirarme, me pasaron muchas cosas por la cabeza pero ahora nuevamente al volver a caminar después de un mes y algo, hacer nuevamente los trabajos de fortalecimiento, nuevamente le estoy agarrando el gustito”, añadió, confesando así que incluso pensó en el retiro por la gravedad de su lesión.
Hoy Aguilar es el único jugador que asiste a diario a las instalaciones de La Noria para continuar con la rehabilitación con el fisioterapeuta Daniel Saucillo, y si no está con Cruz Azul, está con él en su clínica privada. Comenzó a hacer gimnasio y ve su recuperación cada día un poco más cercana.
“De a poquito me voy abriendo, mostrando la forma de mi recuperación, de a poquito voy mostrando y voy hablando, ahora ya estoy más tranquilo. Pero en el momento en que te pasa, te pasan muchas cosas por la cabeza que es preferible callarse y alejarse un poquito de todo ese tema”, agregó el paraguayo.
En el día de su cumpleaños, Aguilar tuvo un cálido mensaje para sus más cercanos, que lo han apoyado en todo momento desde que sufrió esta grave lesión.
“Los que me han ayudado han sido mi familia, mi esposa, mis hijos, conmigo viven mi suegra, mi suegro, mi mamá, mi papá, en realidad toda mi familia. No quería arriesgar más, el dolor que siente uno en ese momento y ya estando a punto de cumplir los 33 años que te pase una lesión de estas cuesta un poquito más, pero después pensándolo bien y escuchando a mis padres y a mi esposa uno va asimilando todo”, sentenció.