Jesús de Jesús Corona está viviendo sus primeros días como ex jugador profesional. Chuy se despidió recientemente ante Cruz Azul en Liga MX, dejando atrás más de dos décadas de historia en la portería. Su trayectoria, marcada por su extensa estadía en La Máquina, estuvo llena de momentos de gloria y desafíos, y algunos instantes que todavía le provocan escalofríos.
El que nunca pudo olvidar el portero de 44 años fue el agónico gol que recibió en la final del Clausura 2013 ante América, que terminó por arrebatarle la gloria a Cruz Azul. Allí, estaban a segundos de consagrarse campeón, pero el cabezazo de Moisés Muñoz, desviado por Alejandro Castro, lo dejó sin capacidad de respuesta. forzando el tiempo extra y la posterior definición por penales.

ver también
“Me arrepiento”: Jesús Corona eligió el momento más oscuro de su carrera y fue con Cruz Azul
“Sin lugar a dudas, toda la gente lo debe saber, el gol cuando ya teníamos prácticamente el título asegurado fue un baldazo, un golpe muy fuerte. El tiro iba para afuera, pero lamentablemente pasó lo que pasó”, recordó Corona en entrevista con David Faitelson para TUDN.
Allí, añadió que “fue muy complicado; termina el juego, a casa y al día siguiente hay que viajar, hacer a un lado lo que me había sucedido e irme a Selección Mexicana. Esa noche prácticamente no dormí después de tener casi el título en las manos. Al final pasa el tiempo y uno lo va asimilando”.
Aquella situación no solo representó un golpe en lo deportivo para el club, sino también un desafío emocional que acompañó a Corona durante años. Aquella final quedó marcada como uno de los momentos más dolorosos de su carrera. No obstante, casi diez años después, pudo redimir aquel doloroso recuerdo en el Torneo Guardianes 2021, cuando Cruz Azul venció a Santos Laguna en la final por un marcador global de 2-1.

Chuy Corona levantó el noveno trofeo para Cruz Azul de Liga MX en 2021. (Getty Images)
El legado imborrable de Chuy Corona con Cruz Azul
Durante catorce años defendiendo la camiseta azul, Corona disputó 504 partidos con Cruz Azul, mantuvo su portería en cero en 168 ocasiones y se coronó campeón de Liga MX, dos Copas MX, la Supercopa y el Campeón de Campeones. Además, su medalla olímpica en Londres 2012 y la histórica Novena de la Liga MX consolidaron su nombre como uno de los guardametas más emblemáticos.