En los últimos años, Cruz Azul realizó una serie de contrataciones que no estuvieron a la altura de las expectativas. Al tratarse de una institución muy importante, no es sencillo para las estrellas manejar todo lo que conlleva la presión de semejante club. Una de las excepciones a esta regla que está grabada en la memoria de la afición cementera fue el fichaje de Diego Latorre en 1999.
El delantero argentino había tenido un pasado increíble en Boca y en Racing, por lo que llegó a La Máquina con un cartel de estrella. Si bien es cierto que las lesiones le impidieron mostrar todo su potencial, dejó una huella importante en el conjunto cementero. Sobre todo porque fue protagonista de la última vez que se eliminó al América en una liguilla; convirtió el gol de la clasificación a la final del Torneo Invierno 1999.
Más allá de que aquel Cruz Azul comandado por Luis Fernando Tena cayó contra Pachuca en la final, Latorre quedó inmortalizado en la memoria del público cementero. Casi 25 años después de su hazaña en el Clásico Joven, Gambeta confesó que tendrá su primer trabajo como entrenador: “Es mi primera experiencia. Va a ser en la Copa Potrero, en un equipo en el que juega mi hijo. Así que no puede haber conflictos. El equipo se llama La Jaula. Estoy buscando un ayudante de campo”.
La Copa Potrero es una competencia amateur organizada por Sergio Agüero que se convirtió en tendencia durante su primera edición. El rol de Latorre resulta interesante ya que es considerado como uno de los mejores analistas de todo el futbol argentino. Debido a que tiene el título oficial de entrenador, existe la posibilidad que en un futuro decida trabajar en algún club de primera división.
Diego Latorre anunció que será entrenador y confirmó su primer equipo (@dflatorre)
Diego Latorre recordó cómo fue eliminar al América con Cruz Azul
En una entrevista con ESPN de hace unos meses, Diego Latorre habló de la victoria contra América en la liguilla: “Fue épico porque yo no estaba para jugar, la gente me pide, coreó mi nombre en medio del partido y justo hago el gol. Todo el Azteca me estaba pidiendo, la gente del Cruz Azul me estaba pidiendo y yo estaba limitado, realmente limitado por la lesión. Sabía que podía jugar unos pocos minutos, 20, 30 minutos más no, que era lo que duraba el efecto de la anestesia. Entonces la gente me pedía y el partido se había complicado”.
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“Reunía todos los condimentos para hacer un gol soñado por mí y seguramente recordado por la gente de Cruz Azul. Siempre voy a tener un sentimiento especial por la gente de Cruz Azul, por el público celeste, por lo que he vivido y realmente han sido muy amables conmigo. Me han recibido muy bien y yo se los devolví, pero creo que se han portado exageradamente bien conmigo y ojalá que sean felices siempre”, finalizó Gambeta.
