“Mientras Billy esté en la plana alta Carlos Hermosillo no pisa Cruz Azul”. Una de las frases más escuchadas por los pasillos de La Noria y que evidenciaba la ruptura entre el presidente del equipo y uno de los emblemas más grandes en la historia de La Máquina. Con esta orden de aprehensión que pesa sobre Billy Álvarez, el Gigante de Cerro Azul podría hacer su entrada triunfal a los confines celestes.
Y es que el grupo de disidentes de Billy Álvarez están por la labor de encontrarle reemplazo de inmediato al que, hasta ahora, sigue siendo el presidente de la institución. Los tantos integrantes de la Cooperativa merodean el nombre de Carlos Hermosillo para ofrecerle el cargo de director del área deportiva del equipo.
Con el pedido de la Fiscalía General de la República, Álvarez podría tener las horas contadas como presidente de La Máquina. Si se concreta su salida de la silla presidencial, el grupo disidente propondría al exgoleador de los celestes uno de los cargos que le dejaría un amplio margen de maniobra en el día a día del equipo.
En las primeras acusaciones que pesaron sobre el mandamás cementero, cuando se destapó la olla que ocultaba la malversación de fondos y sobreprecio en la compra de varios jugadores, fue este mismo grupo el que postuló y avaló la candidatura de Hermosillo para hacerse cargo de la presidencia cementera.
¿Y Ordiales? Hasta que el juez no emita sentencia, Álvarez sigue siendo el presidente de la institución. El próximo paso será el traslado a la prisión de máxima seguridad de Almoloya, en donde podría solicitar el “beneficio” de casa por cárcel debido a su edad. Hasta entonces, Jaime Ordiales y Alfredo Álvarez quedarían al frente de Cruz Azul.
