A lo largo de la historia de Cruz Azul hay varios futbolistas argentinos que dejaron una marca imborrable en la institución. Por supuesto, el más recordado y reconocido es Miguel Marín, aunque los casos de Emanuel Villa y Christian Jiménez también son icónicos. Debido a que hay un antecedente muy fuerte de sudamericanos con pasado en el club, hay varios que quizás no pudieron ganar un título, pero que sí se ganaron el corazón de los aficionados.

El caso perfecto que ejemplifica esta cuestión es el de Gabriel Pereyra, quien llegó a La Máquina en 2005 después de su experiencia en River. El Místico es muy recordado por sus icónicas celebraciones, en donde se colocaba una máscara. Sobre todo en su segunda temporada como celeste, en donde convirtió 6 goles en 14 partidos y fue uno de los goleadores de la plantilla junto al Chelito Delgado.

Aunque en Cruz Azul mostró un rendimiento muy alto, no logró nunca ganar un título allí. No fue hasta que fichó por Atlante que logró ganar la Liga MX, en el Apertura 2007. En aquel torneo el actual equipo de la Liga de Expansión venció a Pumas en la final y levantó el primer y único trofeo que ganó la institución en la era moderna del futbol mexicano.

Lo cierto es que después el Místico tuvo una larga carrera en donde pasó por varios clubes, a pesar de que no volvió a mostrar esa gran versión que tuvo en sus primeros años con México. Lo sorprendente es que bastante tiempo después de su retiro, logró consolidarse como un entrenador respetado en Sudamérica. Recientemente fue presentado como el nuevo director técnico de Aucas, conjunto ecuatoriano que está atravesando un mal presente pero que en 2022 ganó la liga.

El Místico Pereyra es aficionado de Cruz Azul

En una vieja entrevista en la previa a la obtención de la Novena, el Místico habló con mucho cariño de Cruz Azul: “Para mi es algo más que un club, significa algo muy lindo en mi vida, me hubiera encantado ganar cosas importantes en ese club pero espero que este año se le den las cosas. Siempre lo he dicho y la gente de Cruz Azul sabe que yo soy un hincha más y deseo ver campeón a Cruz Azul. Claro que lo voy a festejar”.

Además, en aquel momento confesó cuál es su gran deseo: “Mi sueño es dirigir en primera división y claro que me encantaría que fuera a Cruz Azul, sería un sueño trabajar en ese club que tanto quiero, pero para eso me tengo que seguir preparando”.