Cruz Azul llega a 2026 con una exigencia que ya no admite interpretaciones ni excusas. Tras varias campañas siendo protagonista (los últimos tres torneos locales), el club entiende que competir bien dejó de ser suficiente. La historia y la afición señalan un solo objetivo posible: ganar de una buena vez la Liga MX.
En los últimos cuatro torneos, La Máquina se ha instalado de forma constante entre los cuatro mejores del campeonato. Esa regularidad demuestra que el plantel tiene calidad, equilibrio y profundidad. No es casualidad ni una racha pasajera, más allá de haber ganado la Concacaf Champions Cup 2025.
A pesar de ese rendimiento sostenido, el título tan esperado sigue sin aparecer. Cruz Azul ha armado equipos competitivos torneo tras torneo, pero siempre algo se interpone en la recta fina: escándalos arbitrales con América o asuntos puntuales. Esa repetición convierte la deuda en una obligación inmediata.

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Una sequía que pesa desde 2021
El último campeonato de liga llegó en 2021 con la tan ansiada novena, un logro que parecía marcar un antes y un después. Sin embargo, desde entonces el club cementero reforzó sus filas y mantuvo un nivel alto en la fase regular, en donde las liguillas volvieron a ser el punto más doloroso.
Las eliminaciones recientes dejaron la sensación de oportunidades desperdiciadas. Detalles, errores puntuales y falta de contundencia han costado caro en momentos clave. Esa suma de golpes explica la presión actual.

2026 como año límite para Cruz Azul
Para Cruz Azul, 2026 no puede ser otro capítulo de transición o aprendizaje. La paciencia se agota cuando los resultados parciales son buenos pero el objetivo final no se cumple. Ganar la Liga MX ya no es un deseo, es una exigencia. El próximo Clausura 2026 está en la mira, y el proyecto no puede fallar.
Postergar el título un año más significaría aceptar que los procesos no dieron el resultado esperado. Con planteles competitivos y experiencia reciente en instancias finales, Cruz Azul está obligado a dar el golpe definitivo. El tiempo corre y la deuda sigue abierta.





