Cuando Hugo Droguett firmó con Cruz Azul en 2011, las expectativas eran altas. Venía de brillar en Monarcas Morelia en la Liga MX y se integraba a un equipo cargado de figuras. Aunque su paso fue breve, el chileno jamás olvida lo que sintió al vestir la camiseta celeste. Y en conversación exclusiva con Vamos Azul, el zurdo dejó claro quién fue uno de los jugadores que se llevó toda su admiración en ese plantel.
Droguett no duda en calificar a aquel vestidor como uno de los mejores en los que le tocó estar: “Sinceramente, un plantel extraordinario en todo sentido”, comentó. A pesar de que los resultados no acompañaron, el ambiente interno y la calidad humana marcaron a fuego su memoria.

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Entre tantas estrellas, el Chaco Giménez fue quien más lo impresionó. Droguett ya conocía a Tito Villa de su paso por Tecos, pero lo que le sorprendía de Giménez era su intensidad y la calidad que mostraba cada sesión de trabajo: “Extraordinario… Lo que uno veía en los partidos era increíble, pero en los entrenamientos… era una locura”, repitió con admiración.
Pero, no fueron solo sus cualidades futbolísticas lo que le impresionaba. El respeto de Droguett hacia el Chaco también se cimentó en el día a día: “Era increíble. Qué jugador era, y, como persona, extraordinario”. Para el chileno, compartir cancha con él fue un privilegio.

Hugo Droguett vistió la camiseta de Cruz Azul en 2011 y compartió plantel con grandes referentes. (JAM MEDIA)
Pese a que su paso por La Noria estuvo limitado a apenas 26 partidos y dos goles, Droguett siente que, sin las lesiones, aquel plantel hubiera logrado romper la sequía celeste en la Liga MX: “Me quedó esa sensación de que si yo hubiera podido estar bien, te lo aseguro que esos planteles hubieran obtenido un título“.
La presión que se vivía en Cruz Azul, según Hugo Droguett: “Lo único que se hablaba era eso”
A pesar de que su paso fue breve, Hugo Droguett guarda un profundo respeto y cariño por Cruz Azul. El chileno recordó con emoción lo que significó llegar a un club tan grande: “Fue lo máximo… sentía que lo que me imaginaba después en su momento se estaba haciendo realidad”, confesó. El ambiente, la exigencia y el nivel del plantel lo marcaron desde el primer día.
Más allá de lo futbolístico, Droguett fue testigo directo de la presión que rodeaba al equipo en aquella época. La sequía de títulos pesaba en cada entrenamiento, en cada partido. “Lo único que se hablaba era eso, de la mala suerte, que siempre a Cruz Azul le pasaba algo y no se podía romper ese cascarón”, explicó. Esa sensación era un fantasma que rondaba en La Noria.
Aunque no pudo coronarse campeón, Droguett valora haber sido parte de ese proceso. “Va a quedar igual ahí en el recuerdo para uno, para toda la vida”, aseguró. Y si bien no levantó un trofeo, se alegra de que la Máquina haya podido romper esa barrera en años recientes. “El que haya ganado desde unos años a esta parte, la verdad que a uno igual lo pone muy contento”, cerró, con el orgullo intacto por haber vestido la camiseta celeste.