Cruz Azul y América se fueron al descanso del Clásico Joven 138 en Liga MX sin goles. Si bien las Águilas comenzaron mejor, fue la Máquina quien terminó la primera mitad como superior, con las jugadas de más peligro en sus pies.

Cauteruccio a los 35 minutos tuvo un balón en su cabeza, que terminó chocando el travesaño y mantuvo las acciones sin moverse. Sobre el final del 1T, Alvarado envió el balón al arco y este topó el poste, dejando a todos los fanáticos con el alma en un hilo.

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Y así mismo lo vivió Ricardo Peláez. En el mismo palco del Estadio Azteca que los trabajadores de Cruz Azul, el otrora director deportivo del América demostró cuánto cariño le tiene a la Máquina y cómo olvidó a las Águilas, mostrándose como un cementeromás, sufriendo con los goles perdidos y festejando las buenas jugadas.