Gerardo Flores no fue formado por Cruz Azul, pero desde que llegó en 2011 a la institución que dejó en claro que era aficionado de hueso colorado de la Máquina, y que dejaría todo por los colores celestes, porque era uno más. “El hincha que jugaba al futbol”, se denominaba. Y así lo demostró siempre.
Entre 2011 y 2015, y luego entre 2017 y 2019, Jerry defendió la jersey cementera, hasta que una lesión rebelde que nunca pudo curar terminó por alejarlo de las canchas. Este martes 23 de febrero, a un año y medio de terminar contrato con Cruz Azul, y a dos años y cinco meses de su último partido oficial, el exdefensor anunció su retiro del futbol.
Fue un 1 de septiembre, hace tres años. Cruz Azul recibió a Tiburones Rojos de Veracruz, por la jornada 8 del torneo de Apertura 2018de Liga MX y se llevó el triunfo por 4-1. Gerardo Flores fue titular y jugó 68 minutos, sin saber que serían los últimos en el profesionalismo. Cinco días después, fue sometido a una artroscopía: una cirugía de limpieza articular en la rodilla, que no salió bien y que lo llevó de lesión en lesión.
Y aunque luego estuviera inscrito hasta mediados de 2019, y sumó minutos con la Sub-20 de la Máquina, su último encuentro en serio fue la final de vuelta del torneo de Apertura 2018, ante el América… y el Jerry pasaría a la historia.
Flores, caliente por cómo se estaba dando el partido, saltó a la cancha desde el banquillo de suplentes y agredió a un jugador del América, pegándole una patada para quitarle un balón. Recibió la tarjeta roja de forma inmediata. No pudo volver a estar en una convocatoria celeste y hoy ya está retirado de la competencia. Qué recuerdos.