Giménez dialogó con el sitio oficial de FIFA, donde recordó el título obtenido junto a Boca Juniors ante Real Madrid. También analizó los problemas de los equipos mexicanos para llegar a la Final del Mundial de Clubes. A continuación, la entrevista de FIFA a Christian Giménez: Todavía no teníaveinte años y a Christian Giménez el fútbol ya le mostraba su mejor cara. Reciente campeón de Argentina y de América con el aguerrido Boca Juniors de finales de los noventa, el segundo semestre del año 2000 se convirtió en un asunto de paciencia para los dirigidos por Carlos Bianchi. Luego de ganar la Copa Libertadores, el siguiente objetivo de losXeneizesestaba a poco menos de seis meses de distancia, donde el Real Madrid de Raúl, Roberto Carlos y Figo los esperaba en Japón para jugar la Copa Intercontinental. Hoy, catorce años después,Los Merenguesvuelven a estar en el radarde Giménez. Esta vez, el panorama luce distinto: cambió Argentina por una carrera llena de éxitos en México, dejó la banca para convertirse en el líder dentro del campo y, lejos de ser un primerizo, Marruecos 2014 será su tercera Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Dos esperas distintas En aquel Boca donde brillaban Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto, empezó a despuntar en el Torneo Clausura 1998 un media punta prometedor que, desde el humilde noreste argentino, vino a cumplir el sueño que muchos tienen y pocos logran: vestir la casaca de Boca. Era Christian Giménez, de 18 años. Desde la banca, siempre cerca delVirreyBianchi,El ChacoGiménez vivió paso a paso la conformación de aquel equipo que ganó la Libertadores, dejando en el camino incluso en cuartos de final al rival River Plate, y empezó a planificar con anticipación aquel duelo con el poderoso Real Madrid. “Fue un proceso impresionante para mí”, recuerda en plática exclusiva conFIFAsobre el camino que vivió previo al partido contra losMerengues. “Es diferente a lo que se vive hoy en el Mundial de Clubes, porque ahora para llegar al partido final hay que pasar por otros juegos, pero en ese tiempo se iba directo al último”, agrega. “Carlos Bianchi tenía una cuota de motivación extra. El equipo, decía, le puede jugar de igual a igual a cualquiera siempre que se saliera a la cancha a jugar con mucha intensidad y muchas ganas. Entonces el equipo se preparó mucho para ese partido, sobre todo en lo mental”, rememora sobre aquel 2-1 que dio la vuelta al mundo, encuentro que él no pudo jugar por estar con selecciones menores. De novato a ídolo Mucho ha pasado desde aquella época dorada. Giménez emigró a México en 2004 y con elPachuca volvió a mostrar esa estirpe ganadora. Entonces Cruz Azul tocó la puerta en 2010. Las finales se perdían y recurrían alChacopara ser parte de un equipo formado para sentir el placer que se les negaba desde 1997. “El club cargaba con varias historias negativas. Fueron muchos títulos perdidos. Los que ya llevamos un tiempo acá sabemos lo que se sufre al estar en Cruz Azul. ¡Nos ha tocado perder una final en dos minutos! Son golpes duros que te dan, porque llevábamos tiempo sin salir campeones”, explica el argentino naturalizado mexicano. “Sin embargo, también sabemos lo que puede llegar a disfrutarse el éxito”, aclara. “El ser campeón de la CONCACAF, con todo lo que eso implica, es un gran logro… Por eso digo que nosotros traíamos mucho adentro y fue un desahogo”, remata el último gran ídolocementero. El gran objetivo Acostumbrado a los retos, Giménez apunta a la final de Marruecos 2014, instancia a la que ningún representante de la región ha llegado. Consultado al respecto, elChacotiene una explicación. “Cuando me pongo a analizar las razones, pienso que desde que los equipos mexicanos ganan la Liga de Campeones pasa un tiempo muy largo para llegar al Mundial de Clubes. En nuestro caso son siete meses. Eso hace una diferencia”, analiza. Sin embargo, no es un hombre de deslindar responsabilidades. “También, y en esto cada uno tiene su manera de pensar, yo creo que a veces quizás ponemos la mente en el segundo o tercer partido, y al final el primero es el más importante”, esgrime. El sorteo emparejó al Cruz Azulcon Western Sydney Wanderers. De ganar, el Real Madrid sería el siguiente equipo que buscará acabar con las esperanzas azules de hacer historia. El mejor aliado de Giménez volverá a estar en el banquillo, y se llama Luis Fernando Tena. Sí, el mismoque llegó con la selección deMéxico al Torneo Olímpico de Fútbol Londres 2012 sin el cartel de favorito y acabó consiguiendo la medalla dorada ante el mismísimo Brasil. “Es un técnico muy completo”, afirma sobre Tena. “Trata de que todos nos llevemos bien. Es muy abierto, es una persona que nos da la libertad de hablar cualquier circunstancia. Los experimentados tratamos de llevar de la mejor manera al plantel, buscamos siempre que pueda sentirse tranquilo porque maneja un grupo muy sano”. Así, el mismo que llegó desde Chaco a la Boca para cumpliar un sueño, tiene ahora frente a él otra prueba difícil a sus 33 años. Y no se asusta porque, después de todo, la vida le enseñó a ganar. “Lo disfruto. Sé que este Mundial es diferente, con otro club, y me siento un privilegiado. En el fútbol puede haber muchas sorpresas. Cualquiera le puede ganar a cualquiera sabiendo que en ese día te tienes que levantar bien y muy motivado. Es la única manera de ganarle a todos, incluso a equipos tan grandes como el Real Madrid”.