El hijo de Christián “Chaco” Giménez es una de las principales joyas de la cantera de Cruz Azul y cada vez recibe mayor exposición internacional con la Selección de México por su buen rendimiento en las fuerzas básicas cementeras.
Aunque que el “Chaquito” cometió el penal que terminó dándole el gol de la victoria a la República Checha con marcador de 2-1, fue uno de los más destacados de la cancha y de los que más miradas levantó.
A sus 18 años de edad ya tiene experiencia con el primer equipo del Cruz Azul y si su desarrollo se mantiene, facilmente se podría convertir en una de las piezas claves de la reconstrucción que quiere llevar a cabo la directiva.