La nueva administración de Cruz Azul realizó una nueva auditoríapara conocer a fondode la situación actual en la que está inmersa el clubdespués de la salida de Guillermo Álvarez de la presidencia. A esta investigación tuvo acceso la revista Proceso, que realizó un reportaje de investigación en donde se exponen distintos entramados que han deteriorado aún más la imagen del exmandamás de los cementeros.

A los casos de incompetencia por parte del hijo de Billy, Robin Álvarez, quien habría olvidado colocar cláusulas de rescisión en los contratos de algunos jugadores, ahora se le suma un desfalco que se vivió en la interna de la institución y que ha sido confirmadapor una voz anónima dentro de la Cooperativa.

“Para darnos una idea, hasta la chef del equipo la cachamos robándose el queso. A ese nivel era el robo en La Noria, de llevarse hasta el queso. Nos dimos cuenta porque un día los jugadores querían sus molletes y no había queso. ¿Cómo que no hay queso si ayer entraron dos kilos en el inventario. Pués búsquenle…”, se lee en parte del trabajo de investigación.

Y es que han salido a la luz detalles que explican lo débil de la economía actual del club cementero, quien ya ha puesto un límite de 3,5 millones de dólares por cada fichaje para el próximo torneo ante la falta de efectivo que provocó este desfalco en la era de Billy sumado a la crisis que generó la pandemia.

“Regularmente -indica la fuente consultada- un equipo requiere de un personal administrativo de entre 60 y 70 personas, pues resulta que en La Noria hay más de 300 al servicio de Cruz Azul”, detalla la fuente, quien afirma sin miramientos que el equipo de futbol le cuesta 2 mil 300 millones de pesos a la Cooperativa, cifra que duplica los costos que generan otros equipos poderosos de la Liga, como el América o el Monterrey.