Todo indica que el duelo de este domingo ante Toluca fue el último partido de Raúl Gutiérrez como director técnico de Cruz Azul. De confirmarse lo que es un secreto a voces, el Potro será cesado luego de sumar un nuevo descalabro, el cuarto de manera consecutiva en el presente Clausura 2023.

Y sobre el que se presume será su último partido con La Máquina, llamaron la atención los cambios que realizó el entrenador celeste en busca de revertir -de manera desesperada- el resultado en los minutos finales del partido. Sí, destacaron los irónicos ajustes del Potro Gutiérrez.

Para la segunda mitad, con el marcador en contra (2-1), Raúl Gutiérrez decidió sacar del campo a Rogelio Funes Mori, el defensa argentino que cometió una gravísima equivocación que provocó el segundo tanto del Toluca.

Y si bien el cambio obedeció a la necesidad de sumar gente de ataque -tomando en cuenta que su lugar fue ocupado por Iván Morales-, también deja abierta la posibilidad de que se trató de una silenciosa reprimenda, toda vez que Funes Mori volvió a tener un garrafal error que se vio reflejado en el marcador.

Sin embargo, la ironía -más grande- en el ajuste que se dio al minuto 65, vino precisamente con la entrada del Tanque Morales, un jugador que tan solo contabiliza una anotación en su paso con Cruz Azul. Y es que la intención con el cambio era conseguir goles, pero el Potro Gutiérrez apostó por un futbolistas que -por antecedentes inmediatos- está lejos de ser una solución a la notoria y alarmantefalta de contundencia del equipo celeste.

Además, valga destacar que el delantero chileno fue uno de los jugadores que no entraban en planes del cuerpo técnico para la presente temporada; no obstante, ante la falta de diligencia para que fuera a otro equipo, Iván Morales se mantuvo en la entidad cementera. Y ahora, se presentó como el último recurso para intentar salvar el proyecto de Raúl Gutiérrez.

Iván Morales | Imago7

Otro irónico ajuste del Potro se dio por partida doble. Y es que al minuto 78, en la desesperada búsqueda por tratar de emparejar el partido ante Toluca, el entrenador mandó al campo a los argentinos Augusto Lotti y Ramiro Carrera, dos elementos que llegaron a la institución celeste sin que el entrenador fuera considerado; es decir, según los trascendidos, el par de futbolistas le fueron impuestos.

Por último, se dio el irónico ingresó de Michael Estrada, otro futbolista que si bien fue recurrente en las alineaciones de Raúl Gutiérrez en las jornadas previas al duelo ante Toluca, es una realidad que no entraba en planes del cuerpo técnico cruzazulino para la presente temporada. Al final, el atacante ecuatoriano se mantuvo en el equipo porque no encontró acomodo en el pasado mercado, como lo tenía considerado junto con su representante.

Ramiro Carrera | Imago7

Un mensaje oculto para la directiva

Al final, también queda la sensación que los irónicos ajustes del Potro Gutiérrez pueden representar un mensaje oculto a la directiva de Cruz Azul. Y es que el partido terminó con dos refuerzos que le impusieron, así como dos delanteros que no entraban en sus planes y que permanecieron en el equipo ante la inoperante gestión de los dirigentes por contratar al mentado centro delantero que solicitó Raúl en su planeación para la presente campaña.

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