Para nada ha sido un mercado de pases indiferente para el mundo Cruz Azul. La Máquina Cementera encaró una importante reestructuración de plantilla de cara al Apertura 2023, la cual incluyó la salida de referentes de años e importancia.

El primero en conocer su salida fue Rafael Baca, quien a pesar de no ser titular indiscutido en los últimos tiempos, vistió la camiseta Celeste desde el año 2013, alcanzó los 311 partidos y obtuvo seis títulos, logrando una gran ascendencia en el vestidor.

Luego llegó el turno de Julio César Domínguez, un hijo de la casa que se integró a las fuerzas básicas en 2003, debutó en abril de 2006, y permaneció hasta este último semestre. El experimentado excapitán se marchó al Atlético de San Luis en este mercado tras 581 encuentros y 7 títulos ganados.

Cata y Chuy, una época en Cruz Azul. (Imago7)

El último “turno” fue para José de Jesús Corona, quien tras varias idas y vueltas finalmente no renovó el contrato que vencía a fines de junio. Su destino fue Xolos de Tijuana, por lo que también será rival Cementero en la Liga MX.

Cruz Azul necesita capitán y voz de mando

Con este panorama es a Cruz Azul se le presenta el gran desafío de encontrar una voz de mando dentro de la cancha y en el vestidor, un jugador que pueda hacer respetar una idea colectiva de juego e inculcar hacia adentro los valores de la institución en cada partido, además de ser quien represente al equipo debidamente ante la autoridad de partido.

Ante las salidas de estos tres históricos, parecía que Juan Escobar picaba en punta para portar la cinta de capitán. Sin embargo, Ricardo Ferretti también podría contemplar la opción de José Ignacio Rivero, quien de igual manera lleva años con la playera de La Máquina.