Cruz Azul logró una importante victoria ante Pachuca por 1 a 0 en condición de visitante, en donde sucedió realmente de todo en cuanto a las incidencias. Es que más allá del gol de Gabriel Fernández desde el punto del penal, los dirigidos por Nicolás Larcamón habían sufrido la expulsión de Jesús Orozco Chiquete.

Además de ello, Ignacio Rivero recibió (¿Sin querer?) una patada en su cabeza que le originó un corte profundo, derramando mucha sangre y derivando en el tiro desde los once metros. Por su parte, los tuzos en el segundo tiempo tuvieron dos tarjetas rojas, algo que el DT de La Máquina resumió muy bien.

Fue un partido de esos… muy ATÍPICO, de mucho caos, de muchas revoluciones. Siempre digo que hay dos jugadas puntuales que son las que impactan más en la emocionalidad del desarrollo de un partido. Uno es el gol, claramente, pero también una expulsión, y acá hubo tres, y hubo gol, y en ese manejo un poco de todos esos escenarios me quedo con muy buena sensación”.

Luego, el argentino hizo otras lecturas: “Un equipo que se había presentado en condición de visitante, en una cancha que sabemos lo bien difícil que es, con la jerarquía que tiene Pachuca en sus filas, supimos aguantar sin sufrir, quizás ese pasaje de partido en donde estábamos en inferioridad y ahora después de lograr el triunfo es muy importante”.

“Creo que a partir de acá seguir en esa línea de aspirar a mejorar, a crecer, a hacer un equipo con mejores variantes, con mayor manejo de registro de lo que puede ser un desarrollo de partido, y estamos encomendados a seguir trabajando y mejorando, más allá de lo reconfortante que es los seis triunfos en fila y todo lo que nos decía ahí del dato, de lo que refiere el inicio de campeonato”, dijo a modo de autocrítica.

El enojo de Jaime Lozano con Cruz Azul

“La expulsión de Quiñones está bien marcada, la segunda no la entiendo, el jugador de Cruz Azul se lanza de palomita y baja la cabeza”, marcó en primera instancia. Para el técnico, lo sucedido con Aceves cambió por completo el rumbo del partido: “Si quieres despejar un balón y alguien se tira de paloma, terminas poniendo en riesgo la integridad de cualquier jugador”.